Los reinados deportivos suelen ser efímeros, dada la gran competitividad existente en este mundo. Un barbateño, Tomás Ramírez Tirado, ocupó durante un tiempo el trono del universo del balonmano playa, un deporte cada vez más en auge. En Barbate, sin embargo, los que tenemos la suerte de conocerle, hace mucho que no alteramos nuestro particular ranking de grandes personas, un lugar donde Tomás, por méritos propios, está y permanecerá bastante tiempo en las posiciones más altas del escalafón.
En Barbate hubo una época en la que un equipo de balonmano hizo que este deporte fuera el más seguido por encima de fútbol o baloncesto. ¿Es esa la semilla del boom actual del balonmano playa?
–En realidad, el origen del club es anterior, aunque nosotros fuimos la generación que comenzó a obtener buenos resultados que consiguieron atraer, eso sí es verdad, bastante gente al pabellón de Barbate.
Gané pocos trofeos deportivos, uno de ellos (subcampeón de baloncesto 3x3), contigo como compañero. La sensación fue maravillosa. ¿Qué se siente al ser nombrado mejor jugador del mundo?
–La sensación inicial fue de incredulidad. Los siguientes días, los viví en una nube. A medida que pasa el tiempo y me recuerdan, tanto en el pueblo como en las competiciones, este detalle, vuelvo a subir por momentos a esa nube.
—Brasil intentó imitar a España creando un equipo exactamente igual, con un jugador en tu posición (Bruno Oliveira) al que apodaban Tomasinho. ¿Llegó a funcionar el experimento?
–Efectivamente, en 2006 clonaron el juego de España en todas sus posiciones y a día de hoy, aún siguen ganando mundiales o campeonatos iberoamericanos.
A alguien que lo ha ganado prácticamente todo es difícil preguntarle por su mejor recuerdo deportivo...
–Tengo muy buenos recuerdos y no tienen por qué ir ligados al deporte de alto nivel. También los hay provinciales, locales o con equipos de amigos. Si tuviera que elegir alguno, sería cuando, con el equipo de Barbate, quedamos campeones de Europa en Nagyatad (Hungría).
Has ganado títulos importantes como jugador y como entrenador. ¿Saben de la misma forma?
–Creo que sí. Cuando pones ganas e ilusión en lo que haces, da igual que seas técnico o jugador. Tanto de una manera como de otra, sigo viviendo las competiciones con mucha intensidad.
La arena parece ser siempre la misma, pero habrá canchas que destilen más magia que otras.
–Pues no, siempre no es la misma arena. A veces, hemos jugado en canchas artificiales con arena de ríos o con muchas piedras y hemos conocido diversas pistas de juego, aunque si tuviera que quedarme con alguna cancha, además de las de nuestras maravillosas playas, me llamó la atención aquella arena que parecía nieve en Copacabana (Brasil).
¿Te gusta el término Hispanos de la arena?
–Sí, me gusta. Ahora, con las redes sociales, esa nomenclatura es más mediática y vende mucho más.
¿Qué sensación hay al jugar sin el mar al lado?
–A los que nos hemos criado en la costa se nos hace muy raro. Incluso a los jugadores de interior les gusta mucho más jugar en playas, porque el ambiente y lo que se vive tras los partidos es distinto y único.
¿Qué competición te faltaría por jugar y qué trofeo por ganar?
–Como a todo deportista, me encantaría jugar unas Olimpiadas, aunque a día de hoy es algo inviable. En cuanto al trofeo, al no ser posible el de campeón olímpico, un campeonato del mundo también sería algo muy especial.
¿Cuáles son para ti el mejor jugador y equipo que has visto?
–El mejor jugador desde hace mucho tiempo me parece Bruninho, el especialista brasileño. Como mejor equipo, sin ninguna duda, el Brasil de la última década.
Si ahora pudieses elegir, ¿Qué harías? ¿Empezar antes en el balonmano playa o hacerlo en un sitio con mejores infraestructuras y poderío económico?
–No tengo ninguna duda. En Barbate contamos con unas infraestructuras excelentes, así que me hubiera gustado empezar a jugar más joven.
Este año hay 9 torneos de alto nivel (Arena 500) en España. Uno de ellos se celebra en Barbate. ¿Qué te parece?
–Barbate lleva casi 20 años organizando diversas competiciones. Me parece todo un acierto y estoy seguro que será un verdadero éxito.
¿Para cuándo el balonmano playa como deporte olímpico?
–Sé que desde el COI se están dando los pasos pertinentes, aunque como muy pronto sería en 2024.
¿Qué expectativas tienes para el balonmano playa barbateño esta temporada?
–En cuanto a competiciones, tanto en categoría absoluta como en juveniles, probablemente estaremos casi siempre en la lucha por las medallas, aunque como objetivo principal se intentará conseguir el campeonato de España o la copa de España. Lo más bonito, sin embargo, es ver cómo cada vez hay más niños que juegan y más equipos que se crean. Con estos detalles, las expectativas son inmejorables.
¿Hay cantera en Barbate para seguir sumando éxitos?
–Hay mucha y muy buena cantera. Si todo continua de esta manera, el futuro está más que garantizado.
Me despido con la sensación de ser un verdadero privilegiado. Muy pocas veces se recibe una auténtica master class. Y lo mejor de todo es que el profesor es un buen amigo. Ahora que están tan de moda los anglicismos, no veo otro más adecuado para definir a Tomás Ramírez: Crack.