Félix Rodríguez, flamencólogo dedicado a la promoción de un arte que es Patrimonio de la Humanidad, ultima una
nueva publicación. Incansable y con la misma pasión con la que inició sus estudios, quiere dar cuenta en este nuevo libro, que saldrá de imprenta a finales de abril previsiblemente, de todo lo que ha aportado y recibido del flamenco, de la mano de artistas como Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, La Perla, Fosforito, Camarón, El Lebrijano y otras tantas voces que han hecho
leyenda en el cante.
Por todo ello, por su larga y fecunda carrera, que
inició en torno a 1965 con sus primeras conferencias, la Diputación de Cádiz le distingue mañana con una de las nueve medallas otorgadas con motivo del 19 de marzo, Día de la Provincia.
Reconocido y
muy querido por sus vecinos (no en vano también atesora la Medalla de la Ciudad de Cádiz), ha recibido felicitaciones de toda la geografía nacional en los últimos días.
Sin ocultar la alegría que le produce coprotagizar el acto de la jornada de este sábado, Félix Rodríguez dedica la mayor parte de la conversación con VIVA CÁDIZ en
reivindicar el flamenco en su tierra.
“El flamenco está
un poquito enfermo aquí”, lamenta.
“Se le ayuda muy poco”, denuncia. Pone de ejemplo Jerez, donde durante un mes se puede disfrutar del cante cada día en tres o cuatro sitios durante la celebración del festival. “En Sevilla -agrega-, está la Bienal”. En Cádiz, sin embargo, “no tenemos nada”. Repasa el estado de las peñas, que tan bien conoce porque, desde que fundó la del
Enrique El Mellizo y La Perla en 1972 y 1979, respectivamente, siempre ha estado vinculado a ellas.
“En 2007 se inauguró el
Centro Municipal de Arte Flamenco de La Merced y se instaló un
azulejo con el árbol geneológico de Enrique El Mellizo pero la
Cátedra de Flamencología no tiene local ni siquiera”, argumenta.
Cádiz, sin embargo, “es una de las tres cunas del flamenco, con el barrio de Santa María, junto a Jerez y Sevilla”, remarca para reivindicar un mayor respaldo de las instituciones. Y remacha: “Como decía Antonio Mairena,
lo peor que puede pasarle al flamenco es que esté gestionado por ignorantes”.