Defiende las raíces cristianas de Europa y la entrada de Croacia en la Unión Europea
Benedicto XVI afirmó este sábado en Zagreb que si la conciencia, la religión y la moral se relegan al ámbito privado, como pretende “el pensamiento moderno más en boga”, la crisis de Occidente “no tiene remedio y Europa seguirá perdiendo terreno”.
En su primer día de estancia en la capital croata, el Pontífice defendió las raíces cristianas de Europa y la entrada de Croacia en la UE y pronunció un discurso en el Teatro Nacional ante un millar de personas, entre políticos, académicos, intelectuales, empresarios y líderes religiosos.
“La religión no es una realidad separada de la sociedad, sino un componente suyo connatural, que constantemente pide que se escuche a Dios como condición para la búsqueda del bien común, la justicia y la reconciliación en la verdad”, dijo el Papa.
La religión –agregó el Pontífice– pone al hombre en relación con Dios “y por tanto debe ser un factor de paz”.
Sobre la conciencia, el Obispo de Roma dijo que es fundamental para una sociedad libre y justa tanto en el plano nacional como supranacional y que pensaba en Europa, “donde hay que confirmar y desarrollar las grandes conquistas de la edad moderna, es decir el reconocimiento y la garantía de la libertad de conciencia, de los derechos humanos, de la libertad de la ciencia y por tanto de una sociedad libre”.
El papa agregó que hay que mantener abiertas la racionalidad y la libertad “para evitar que dichas conquistas se autodestruyan”.
Según Benedicto XVI, la calidad de vida social y civil y la calidad de la democracia dependen en parte de “ese punto crítico” que es la conciencia.
“Si la conciencia, según el pensamiento moderno más en boga, se reduce al ámbito de lo subjetivo, al que se relegan la religión y la moral, la crisis de Occidente no tiene remedio y Europa seguirá perdiendo terreno. En cambio, si la conciencia vuelve a descubrirse como lugar de escucha de la verdad y del bien, entonces hay esperanza de futuro”, subrayó el Papa.