Tras días de arduas negociaciones y cuando parecía que existía un consenso para que Irene García relevara a José María Román como portavoz del grupo socialista de la Diputación de Cádiz, todo se malogró ayer por la tarde en la reunión decisiva. De momento todo seguirá igual, con Román al frente, debido a la falta de acuerdo entre los 12 diputados. Seis apoyaron a Irene García y los otros seis decidieron no pronunciarse, por lo que no pudo fraguarse el cambio.
El encuentro estaba previsto para las ocho de la tarde, pero comenzó más tarde a causa del retraso de varios de los diputados. Ello contribuyó a que se desarrollara en medio de un ambiente muy tenso. José María Román fue quien convocó la reunión a petición de cinco diputados con “la elección del nuevo portavoz” como único punto del día.
Tras varios intercambios de impresiones entre los diputados, parecía que se iba a cerrar un acuerdo al aceptar los partidarios de García la petición de los pizarristas de que Alfonso Moscoso ocupara la viceportavocía. Sin embargo, en el turno de palabra un diputado se erigió como improvisado portavoz contra el cambio. Fuentes cercanas al grupo consultadas afirman que el socialista Luis Pizarro está detrás de la decisión de los seis diputados que se han inhibido de la decisión, facilitando así la continuidad de Román.
Ahora el asunto se elevará al órgano regional del partido, quien determinará finalmente si respalda la decisión de la Ejecutiva Provincial de que García releve a Román. No se descarta que se tomen medidas disciplinarias contra los seis diputados que no han permitido que prosperara la orden del Provincial.
Antecentes
Las tensiones en el grupo socialista de la Diputación surgieron hace aproximadamente un mes cuando el actual portavoz, José María Román, expresó su negativa a cumplir una serie de directrices de la Ejecutiva Provincial, que lidera Irene García, que, a su vez, es presidenta del grupo socialista de la Diputación.
Dichas directrices pasarían por realizar ciertos cambios en el personal de confianza del grupo en la Diputación, que el partido controlase directamente la asignación mensual que recibe dicho grupo y que cualquier gestión o reunión que se realice por parte de éste en la provincia cuente, previamente, con el visto bueno del partido.
Ante esto, la Ejecutiva Provincial propuso que Román dejase de ser portavoz del PSOE por no acatar las órdenes del partido, y que pasara a ocupar su puesto la propia Irene García.