Una salsa picante de Cádiz, eso es Salpicai, un aderezo que en el nombre lleva la procedencia. Esa es la idea que pretende transmitir su creador, Juan Jesús Badillo, que si bien no es de Cádiz, cuenta con familia en la localidad de La Línea y se declara un enamorado de la Tacita y su provincia desde siempre.
A este madrileño de 38 años, apasionado de la cocina y especializado en condimentos, aderezos y salsas, se le ocurrió hacer esta salsa a imagen y semejanza de la salsa brava típica de Madrid, con ingredientes de Cádiz, y en base a una receta que ya elaboraba para sus amigos y familiares con tal el éxito que ha derivado en una comercialización para todos los públicos.
Utilizando aceite de oliva virgen extra de Olvera, vinagre de Jerez, sal marina yodada de Cádiz, verduras de la huerta de Conil, cayena, pimienta, pimentón y otros ingredientes que prefiere no desvelar, Badillo confía en la calidad de su producto y en que Salpicai, más que una marca, se convierta en una denominación de origen. Un producto de calidad, “sin gluten, sin conservantes ni colorantes”. De hecho es ahora esa una de sus luchas al recorrer Salpicai a través de sus ingredientes que proceden de las salinas, la sierra, la campiña y la Janda, es decir, los puntos cardinales del sabor de la provincia de Cádiz.
Badillo, que contaba hasta hace pocos días con un local en la céntrica calle Enrique de las Marinas tiene ahora otra lucha y no es otra que dar con un local o nave en la Zona Franca donde poder desarrollar su labor industrial y gastronómica, pues el sitio originario no reunía las características que requiere su negocio. Mientras, atiende al público a través del móvil y tiene como puntos de venta dos señeros comercios de la capital gaditana, como son Pelayo Gourmet en la calle Cobos y Tinoco en la calle Marianista Cubillo, a la vez que utiliza una cocina de su lugar de su actual residencia, que no es otra que Cádiz Inn, un coqueto hostal de la calle Botica del barrio de Santa María.
El alma mater de Salpicai, que ha presentado recientemente la solicitud para obtener el distintivo de Artesanía Alimentaria Andalucía que concede la Junta de Andalucía, ha apostado por el autoempleo y autofinanciación en tiempos de crisis, dejando atrás un pasado laboral en el mundo financiero y jurídico, cambiando leyes y estudios de mercados por condimentos y aderezos con los que enriquecer unas buenas patatas, que es el lecho ideal, que no el único, sobre el que verter esta salsa made in Cádiz.
En fin, Salpicai, la salsa picante de Cádiz de toma pan y moja y que aspira a la denominación de origen, de momento sólo se comercializa en botellas de cristal de cuarto de litro y a un precio unitario de cinco euros, coste éste que se va viendo reducido a la vez que el pedido se va agrandando.