En unas declaraciones efectuadas a la prensa en el lugar, el jefe de la Policía de la capital egipcia, Ismail al Shair, detalló que entre los heridos hay siete agentes y cinco manifestantes.
Los habitantes del barrio Munshayat Naser protestaban por la decisión adoptada por el Gobierno egipcio de sacrificar a todos los cerdos del país con el fin de evitar la propagación de la gripe A.
Los choques se desencadenaron cuando los criadores de cerdos tiraron piedras a los agentes, que respondieron con el lanzamiento de bombas lacrimógenas.
El jefe del departamento de limpieza de la zona, Mohamed Nabil, explicó a Efe que por la mañana hasta 130 cerdos fueron llevados al matadero.
"Repentinamente (los habitantes) protestaron y provocaron desórdenes, lanzaron piedras y botellas, pero la situación ha sido ya controlada", añadió.
Por su parte, testigos presenciales contaron que los vecinos arrojaron cócteles molotov, y de hecho, en la zona podían apreciarse columnas de humo negro, aunque no ha habido confirmación oficial sobre el uso de estos artefactos.
Según pudo constatar Efe, un gran número de policías dotados con material antidisturbios acordonó la entrada al barrio para evitar el acceso a los numerosos periodistas congregados y a los curiosos.
En el suelo aún podían observarse piedras y cristales rotos, restos de la manifestación esta mañana, mientras que las calles aparecían desiertas.
Los criadores, en su mayoría de credo cristiano copto, viven entre montañas de basura, ya que también se dedican a la recogida de desperdicios.
Según la agencia de noticias estatal MENA, el sacrificio masivo de cerdos comenzó hoy en otras provincias del país. Los propietarios cobrarán por cada ejemplar 100 libras (unos 12 euros), y se quedarán con la carne y productos del animal, en caso de que esté libre de cualquier enfermedad.