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Cádiz

La masonería vuelve a Cádiz

La Catacumbas del Beaterio recibieron la visita de la Logia Masónica Obreros de HIram nº24. La capital gaditana tuvo un papel relevante en el siglo XIX.

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  • la Logia Masónica durante el encuentro de este fin de semana. -

Las Catacumbas del Beaterio recibieron este fin de semana la visita de la Logia Masónica Obreros de  Hiram n°24, que utilizaron el subsuelo de Cádiz para realizar una de sus reuniones. Los estudios de uno de los símbolos grabado en una de las salas revelan que, en el siglo XVIII, las Catacumbas del Beaterio acogieron tenidas del grado 18° Rosa Cruz. “Cádiz, fue una de las ciudades españolas con más logias masónicas, pero la dictadura erradicó la masonería por completo”, explica el investigador histórico y emprendedor gaditano, Eugenio Belgrano.

Además de Beaterio y catacumbas, este subsuelo de la calle Valverde servía de lugar de reunión para los caballeros de la orden de la Rosa Cruz, que aparece dibujada, con una simbología oculta, en las paredes de esta sala. Este colectivo proviene de los templarios. “Bajo las premisas de la construcción del cuerpo, las almas y la sabiduría se perseguía ser mejor persona y para formar parte de la logia había que ser libre, conocer y crecer en un ámbito universal”, explica el experto. En las Catacumbas del Beaterio estuvieron cerca de cinco horas trabajando en el crecimiento personal, con un taller constructivo. Acudieron unas 15 personas de distintas edades, estatus sociales y nacionalidades, describió Belgrano.  

Sala de las catacumbas del Beaterio

Desde el año 2004 no se conocían “tenidas ni ritos” en Cádiz. La última logia que estuvo en Cádiz fue en la plaza Mina.  Según Eugenio Belgrano, Cádiz es cuna de la masonería desde el siglo XVIII. Cuando se traslada la casa de Contratación de Sevilla a Cádiz se sufre un cambio urbanístico importante y aparecen las logias francmasónicas en la ciudad.

Aunque alrededor de la masonería existen múltiples leyendas, en los últimos tiempos parece que se va viendo con mejores ojos tras haber sido defenestrados. Hace tres semanas se aprobaba en Pleno por unanimidad apoyar la masonería en Cádiz y la Diputación colaboraba con la Logia Masónica Obreros de Hiram número 24 y la Universidad de Cádiz en la organización de unas jornadas sobre la masonería regular moderna.

La masonería surge en la Edad Media con la construcción de las catedrales. La palabra procede del francés. La operativa era cuando un grupo de arquitectos quedaba para pasarse unos secretos constructivos.  Con el paso del tiempo se van uniendo otros gremios y se dedica a la construcción personal y surge la masonería especulativa.

El fin de la masonería es la unión fraternal en un grupo para su crecimiento personal, con unos trabajos que se hacen todos los meses en una “tenida bajo un rito”. Cada logia tiene su propio rito y en España hay distintos orientes -que son los que acogen a las diferentes logias-. En el siglo XIX Cádiz fue una de las ciudades del mundo con más logias inscritas y con el Régimen Franquista se perdió y se erradicó.

“La masonería no es secreta es discreta”, aclara Eugenio Belgrano. La intención es que Cádiz reactivara el  principio de este movimiento, que estaba arraigado en la ciudad en el siglo XVIII y que hoy día tiene sede en El Puerto. Para ellos todo tiene simbología y está prohibido hablar de política o religión.  

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