Dos médicos forenses han remitido un informe a la Audiencia Nacional en el que apuntan que el investigado por el asesinato de un sacristán en el ataque perpetrado el pasado 25 de enero en Algeciras podría sufrir un trastorno "de probable filiación esquizofrénica" que afectaría a sus facultades.
Se trata del segundo informe que recibe el juez que investiga como un atentado de tipo yihadista este ataque contra dos iglesias de la localidad, que dejó además varios heridos, entre ellos un sacerdote.
Lo han elaborado, según adelanta el diario El Independiente y confirman a EFE fuentes jurídicas, dos médicos forenses del hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla, donde está interno el investigado por estos hechos, el joven marroquí Yassine Kanjaa, por orden del magistrado Joaquín Gadea.
Tras explorar al investigado, los forenses concluyen en su informe, fechado a inicios de mes, que Kanjaa podría sufrir un cuadro psicótico, e infieren que en el momento de los hechos presentaba una descompensación psicótica aguda con importante implicación afectiva y conductual, según las fuentes.
Esto, en opinión de los psiquiátricos, afectaría "muy severamente" a sus "facultades intelectivas y volitivas", añaden las fuentes.
Una conclusión que, para la defensa de Kanjaa, reforzaría la tesis de que no se trató de un acto de terrorismo, y que tendría que ser tenida en cuenta a efectos de valorar la imputabilidad del acusado, llegando a abrir la puerta, en su caso ya en el juicio, a una posible circunstancia eximente de responsabilidad penal, según las fuentes consultadas.
Precisamente el juez está pendiente de recibir otro informe forense practicado a instancias de la defensa, que sería ya el tercero que obra en la causa.
Y además debe decidir si ordena un cuarto, solicitado por la acusación que ejerce la familia del sacristán que murió en el ataque, que pide que se elabore por otros forenses.
El primer informe, de carácter provisional y elaborado por dos forenses de la Audiencia Nacional, fue presentado el pasado mes de marzo y apuntaba a un posible trastorno de tipo delirante, al tiempo que recomendaba precisamente el ingreso del investigado en una unidad psiquiátrica dependiente de Instituciones Penitenciarias.
No obstante, los médicos subrayaron entonces el carácter provisional de dicho informe y la necesidad de seguir evaluando a Kanjaa.
Según las fuentes consultadas, este último informe presentado en la causa, de un carácter más definitivo, complementaría al anterior.