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El Acuerdo de París del cambio climático, prioridad para el Peñón

Según Cortés, para Gibraltar "es importante estar presentes y que se nos vea como parte de este acuerdo de importancia vital"

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El Ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, firmó el Acuerdo de París en representación del Reino Unido, en relación a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) el pasado 17 de noviembre de 2016. Aunque no se aplica al Acuerdo sobre los Territorios Británicos de Ultramar, el Gobierno británico se compromete a consultar a dichos territorios para incluirlos.

Dicho esto, y para acelerar el proceso, el Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático, John Cortés, escribió al Ministro de Estado para Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Gregory Clark, para pedir que el Gobierno británico amplíe el Acuerdo a Gibraltar con efecto inmediato.

Cortés afirmó: “Gibraltar se toma en serio el medio ambiente, así como sus responsabilidades internacionales, en todos sus aspectos. Por ello, es importante estar presentes y que se nos vea como parte de este acuerdo de importancia vital. El programa de medio ambiente y energía del Gobierno, sus implicaciones y, lo que es más importante, lo que puede hacer en un futuro, ya están en consonancia con lo acordado en París, y estamos preparados para ocupar nuestro lugar en la Mancomunidad de Naciones, que espera marcar la diferencia en el futuro.


Aclaraciones sobre el Acuerdo de París

El 12 de diciembre de 2015, 196 partes adscritas a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático adoptaron el Acuerdo de París, un nuevo marco vinculante legalmente, en un esfuerzo coordinado por atajar el cambio climático.

El Acuerdo establece una nueva meta sobre el calentamiento global bastante por debajo de los 2 °C sobre la media pre-industrial. Requiere que los países formulen objetivos climáticos más ambiciosos de manera progresiva y que estén en consonancia con esta meta. Para conseguir este objetivo, todas las partes firmantes deberían hacer cambios sustanciales en sus economías.

Algunos puntos clave del Acuerdo:

Metas a largo plazo: el objetivo consiste en asegurarse de que el calentamiento global se sitúe “bastante por debajo” de los 2 grados Celsius, y “hacer esfuerzos” para limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados. Para conseguirlo, los gobiernos se comprometieron a acabar con el incremento de las emisiones de los gases causantes del efecto invernadero “cuanto antes”. Además, y de manera significativa, acordaron “conseguir un equilibrio entre las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción por los sumideros de todos los gases de efecto invernadero en la segunda mitad del presente siglo”. En otras palabras, llegar al punto de “cero emisiones netas” entre 2050 y 2100.

Objetivo de emisiones: para alcanzar un acuerdo de larga duración, los países acordaron establecer objetivos nacionales para reducir los gases causantes del efecto invernadero cada cinco años.

Revisión de objetivos: los objetivos iniciales no serán suficientes para encaminar al mundo hacia el objetivo de bajar la temperatura a largo plazo. Por tanto, los objetivos se revisarán cada cinco años y con la previsión de actualizarlos con la vista puesta en soluciones energéticas más asequibles y efectivas.

Transparencia: El acuerdo tiene reglas de transparencia que animan a los países a cumplir con sus promesas.

Flexibilidad: se trata de un mecanismo para que los países alcancen sus reducciones de emisiones de manera conjunta, que compartan sus objetivos de mitigarlos, así como un mecanismo para que los países cooperen para conseguir las reducciones en las emisiones. Los países pueden llegar a sus objetivos mediante la transferencia de “resultados de mitigación” de manera internacional, tanto en un contexto de cambio de emisiones, o mediante pagos basados en resultados.

Adecuación: un objetivo global para de aumentar la capacidad adaptativa al fomentar la resiliencia y al reducir la vulnerabilidad al cambio climático, así como el compromiso de proporcionar un mayor apoyo para adaptarse.

El 5 de octubre de 2016 se alcanzó el umbral de entrada en vigor del Acuerdo de París, que se hizo efectivo el 4 de noviembre de 2016. La primera sesión de la Conferencia de las Partes, que sirvió de Cumbre del Clima tuvo lugar en Marrakech, Marruecos, del 15 al 18 de noviembre de 2016.

En cuanto a los países de la zona, Marruecos firmó el Acuerdo en septiembre, mientras que España aún no lo ha hecho.

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