Verdemar Ecologistas en Acción y vecinos de Guadarranque se han mostrado “contrarios” a la plantación de lo que denominan “árboles envenenados de Cepsa”. Piden que “se restaure lo talado en el monte de Los Castellones por los movimientos de Fondo de Barril”.

Según el colectivo ecologista, “el concejal señor Serván debería preocuparse de la restauración forestal del monte de Los Castellones esquilmados por la petrolera”, indican en respuesta a un comunicado de prensa del Ayuntamiento sanroqueño que recogía el compromiso de la empresa de aportar 1.300 árboles en cuatro años al municipio.

Esa “zona inforestal coincide con el otro magnífico monte mediterráneo de acebuches, matorral y pastizales que Cepsa ha talado. Lo mismo puede decirse de las unidades con pastizal de colonización y vegetación ruderal, que deberían haber sido analizados de forma global como componentes de una unidad ambiental de alto valor ecológico por su distribución en mosaico”, denuncian los ecologistas.

“Se han omitido la presencia de especies botánicas amenazadas y hábitats catalogados como de interés comunitario. Las parcelas ya han sido parcialmente removidas y, con ello, se habrían eliminado las poblaciones de flora amenazada que allí existían.   De esto debe preocuparse el concejal, de pedir responsabilidades de todos los desmontes hechos por la compañía”, añaden desde la entidad.

Para Verdemar, “las licencias de tala y trasplante en el monte de Los Castellones se otorgaron sin esperar la aprobación definitiva de los instrumentos de ejecución urbanística preceptivos de un suelo urbano no consolidado”.

Añade que “la aprobación municipal del proyecto de urbanización no se había iniciado siquiera, pese a lo cual se ha desmontado y rebajado todo el cerro de Los Castellones, sin pronunciamiento legal que imponga las necesarias cautelas ambientales y arqueológicas”.

Las referidas licencias “serían nulas de pleno derecho, por incumplir el Plan Especial y de Seguridad Industrial. Hechos denunciados en el Juzgado de San Roque”, recuerdan.

Estos “regalos envenenados”, según Verdemar, “con los que participa el concejal de Medio Ambiente, señor Serván, revelan el improcedente intento de convalidar unos trabajos que ya se han ejecutado en su mayoría, con afecciones ambientales consumadas, pero que traslucen la preocupación de administraciones competentes y del promotor en limpiar su actuación”.