Antonio Jesús Rendón Meléndez lleva veinte años en el Ejército, sin embargo, siempre tuvo inquietud por el mundo empresarial. “Me llamaba la atención desde hacía años el emprendimiento, eso sumado a que con 45 años, si estás de soldado, te echan del Ejército, por lo que pensé en alternativas laborales”. Antonio empezó a ver diferentes modelos de negocio, pero tenía dos cosas claras; se le daba muy bien la mecánica y sentía una profunda curiosidad por las campers, y de ahí surgió su proyecto, Chiclana Camper.
En junio compró una furgoneta de reparto, y con la ayuda de una empresa de Málaga y sus propios conocimientos, logró camperizarla. “Puse varios anuncios en las redes sociales y funcionó muy bien. Yo tenía claro que quería una camper en lugar de una autocaravana, porque estas últimas son más grandes y suelen poner más problemas a la hora de estacionar por la costa”, explica Antonio.
Tras el éxito alcanzado en este tiempo, el todavía soldado se plantea ampliar su flota. “Tengo reservas prácticamente hasta abril. Ahora se ha puesto muy de moda el viajar en furgoneta, por lo que estoy pensando en comprar otra más. Aunque mi primera idea de negocio era la de construir un espacio para caravanas, pero deseché la idea ya que te arruinabas antes de montarlo, entre burocracia y los 20.000 metros cuadrados que te exigen para realizarlo, una locura”.
Chiclana Camper cuenta con una furgoneta a la que no le falta ni un detalle. “Tiene cocina, nevera, un comedor, ducha de agua caliente, calefacción, ventilador y camas, con capacidad para tres personas”.
Sus principales clientes son parejas que desean “vivir una experiencia única por la costa, algo que recomiendo encarecidamente, es una aventura que al menos tienes que tener una vez en la vida”.
Propone una aventura sobre ruedas como regalo de Navidad. “Ahora estamos haciendo tarjetas con llaveros para regalar esta opción de viaje. Nuestras tarifas se adaptan al mercado. En verano el fin de semana suele rondar los 250 euros, pero la alquilo de jueves a las 19.00 a domingo a las 20.00 horas, así son tres noches completas, una opción que gusta mucho a los clientes, porque no es lo mismo salir de trabajar el viernes e irte directamente, a tener que recoger la camper”, subraya Antonio.
La ventaja de la camper frente a una autocaravana convencional es clara: puede estacionarse en cualquier aparcamiento, son más fáciles de manejar ya que mide como un coche grande. “Los clientes te suelen preguntar si es fácil de manejar, ya que para muchos es la primera vez que se embarcan en esta aventura. Con una autocaravana es más complicado, la camper te ofrece otras posibilidades. Aun así, yo normalmente tardo una hora en explicarles cómo funciona para que no haya problemas, y durante el fin de semana estoy pendiente por si hubiese cualquier incidencia”.
Para aquellos que estén pensando en sorprender a alguien especial con este regalo, Antonio tiene un mensaje: “Me sorprende mucho los usuarios porque aunque haga mal tiempo, es un viaje que se disfruta igual. No tiene nada que ver con viajar y quedarte a dormir en hoteles. Las campers unen mucho y eso es lo que pueden vivir durante unos días en esta”.
