La delegada municipal de Cultura, Pepa Vela, y el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, han inaugurado una nueva exposición temporal en estas instalaciones, se trata de ‘Pintoras Magistrales. El Magisterio de Gessa Arias’, que estará abierta al público hasta el próximo 11 de marzo. Nuevamente, esta exposición se encuentra dentro del programa ‘Contextos del Museo de Chiclana’, que tiene como fin ampliar aspectos diversos de la exposición permanente del Museo.
Durante el acto, la edil ha señalado que esta muestra nace de la inquietud por saber “qué pasó con las alumnas de Gessa Arias, esas pintoras olvidadas e invisibles del siglo XIX, enclaustradas siempre en el ámbito doméstico”. Además, ha felicitado a todo el personal del Museo por el gran trabajo que se ha realizado para esta exposición, en cuanto a investigación y a recabar información, para mostrar la obra de estas magníficas pintoras”, agradeciendo también las cesiones que se han realizado para poder completar esta muestra. También ha animado a toda la ciudadanía a darse cita en estas instalaciones para disfrutar de estas obras y de la historia que tienen que contar.
Por su parte, Jesús Romero ha explicado que esta muestra “es el fruto de más de un año de investigación y búsqueda de piezas, que tiene por objeto mostrar la labor docente de Gessa Arias en sus frutos mejores: una serie de alumnas brillantes, algunas de ellas maestras también de dibujo y pintura en su tiempo, muchas de las cuales tienen obra en los mejores museos, incluido el Museo del Prado.”
Además, ha reseñado que todas ellas fueron excluidas de academias en todos los sentidos, “ya que las pintoras del XIX quedaron excluidas también del mercado de encargos sustanciosos”. “La dificultad para pintar desnudos al natural no les facilitaba el desarrollo de las grandes composiciones religiosas o historicistas al gusto de la época, al de los mejores pagadores de la época”, ha señalado el director del Museo, que también ha incidido en que se vieron recluidas “una vez más, a lo doméstico, predominando bodegones y el motivo floral.
Esta exposición recoge obras, en general, de modestas dimensiones y sin mucha más pretensión que la decorativa, que alcanzaban cuando se daba el caso de la venta, precios también modestos. Modestos precios que, de no mediar otra fuente de ingresos, se traducía en pigmentos de poca calidad, en telas no muy buenas, etc.. que hacían de las obras de estas pintoras obras con frecuencia efímeras.
Aun así, contra viento y marea, venciendo no pocos obstáculos, alcanzaron muchas de ellas notoriedad, y, más aún, grados de perfección equiparables a los de grandes maestros, cosa que de no ser por tanta dificultad hallada, aunque vencida, no debiera para nada sorprender.
Un buen número de pintoras excelentes hallaron en el pintor chiclanero Sebastián Gessa Arias un maestro idóneo. Fueron discípulas de éste, entre otras, las pintoras Marcelina Poncela Hontoria, Carmen Santamaría, María Pirala, Emilia Menassade, Carmen Pajes, Inés Florez, Alicia Ardamis, Elena Brockman y Llanos, Luz Casanova o Adela Ginés Ortiz. Varias de ellas, especialmente destacadas, se hallan presente con la Colección del Museo del Prado. De ellas, de su maestro, del magisterio que ellas mismas de un modo más o menos directo ejercieron a través de sus obras, trata esta Exposición contra el olvido.
Además, componen la exposición más de medio centenar de piezas: óleos, acuarelas, dibujos, libros, etc., acompañadas de interesantes complementos informativos, propiedad del Museo de Chiclana o cedidas por diversas personas que han colaborado con préstamos como son Helena Rivero, Juan Pablo Jiménez, Antonio Marín, Manuel Losada, José Pérez Leal o la familia Bustamante Unzurunzaga.
