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Declara en próximos días un imputado relacionado con la muerte de Soledad Donoso en 1992

Una nueva prueba forense determina que la joven murió de forma violenta tras "varios golpes con un objeto contundente"

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La juez que investiga la muerte de Soledad Donoso, joven cordobesa desaparecida en septiembre de 1992 y cuyo cadáver fue hallado en octubre de ese año por la Policía en el río Guadalquivir a su paso por la capital, tomará declaración en próximos días a un amigo de la víctima, en calidad de imputado, tras aplazarse el interrogatorio que estaba fijado para este martes.

   Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, después de que la defensa haya solicitado el aplazamiento para estudiar los planteamientos de la comparecencia de su cliente, R.C.G., que no fue interrogado en su día ni por la Policía Nacional ni por el juzgado, aunque también pertenecía al entorno de amigos de la víctima, según ha adelantado 'Diario Córdoba'.

   Mientras, la juez instructora ha levantado el secreto de sumario a los diez meses de la reapertura de la causa, en la que una nueva prueba forense ha determinado que la joven murió de forma violenta. Y es que, desde que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba admitió en mayo de 2012 la petición de la familia de reabrir la investigación, el juzgado ha ordenado la práctica de una decena de diligencias y la principal novedad de estas nuevas pruebas es un examen forense que determina que la causa de la muerte de Soledad se debió a "varios golpes con un objeto contundente que le propinaron en el mismo lugar en el que apareció el cuerpo".

   En concreto, la joven supuestamente recibió un golpe en la cabeza que fue mortal de necesidad, según recoge la conclusión de dos informes antropológicos judiciales, tras seguir las indicaciones sugeridas por la forense de la Asociación Laxshmi para la lucha contra el crimen, la doctora Fayne Domínguez. Las nuevas técnicas criminalísticas han podido aclarar, además, que Soledad supuestamente fue asesinada por un único individuo que la trasladó viva hasta El Arenal.

   Cabe recordar que la jueza ordenó el verano pasado la exhumación del cadáver para someterlo a nuevas necropsias. En la autopsia efectuada en 1992, el forense señalaba que a consecuencia de la falta de algunas vísceras y el mal estado que presentaban las encontradas "no es posible determinar la causa de la muerte, violenta o natural". El médico que practicó ese examen no observó "ningún tipo de lesión traumática", si bien el cuerpo estaba incompleto por la intervención de alimañas y por las inclemencias del tiempo.

   Soledad Donoso, de 18 años de edad en el momento de los hechos, salió de su casa --en la plaza de San Pedro-- para ir a trabajar a una pizzería de la avenida de Barcelona en la tarde del 28 de septiembre de 1992, pero nunca llegó a su destino. La familia se movilizó y la Policía Nacional encontró su cuerpo catorce días después en la Huerta del Arenal, cerca del río Guadalquivir, en proceso de descomposición, después de que un paseante diera aviso al 091.

   Durante la investigación, al menos dos testigos señalaron la posible implicación de un joven del entorno de la chica, pero la brigada de Homicidios de la Policía Nacional centró sus sospechas en otro amigo, que fue detenido y puesto en libertad a los pocos días ante la falta de pruebas.

   Entretanto, desde la familia y el entorno de Soledad, que no prevén hacer declaraciones a los medios por el momento, han destacado que "aún hay trabajo judicial y forense por hacer", pero se muestran esperanzados por "el rumbo de la investigación".
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