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Córdoba

El acusado de apuñalar a su mujer dice que estaba "obcecado"

La mujer asegura que si llega a saber que la tenía controlada por una aplicación móvil, no va a un sitio para que la maten

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  • En el juicio -

El hombre acusado de homicidio en grado de tentativa, malos tratos habituales en el ámbito familiar y lesiones, tras supuestamente intentar matar a su mujer con 17 puñaladas y herir al varón que estaba con ella en un coche, con el que su marido creía que le era infiel, ha declarado que en el momento de los hechos estaba "fuera de sí", en estado de "obcecación".

Durante la primera sesión del juicio en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, el varón ha manifestado que cuando la vio sangrar, paró y avisó a los servicios de emergencias, al tiempo que permaneció en el lugar y se declaró autor de los hechos cuando llegó la Policía.

No obstante, ha detallado que él llegó de trabajar a su casa en Palma del Río (Córdoba) y tras llamarla por teléfono y no cogerle, se dirigió a casa de la madre de ella y posteriormente al médico, porque su hijo había estado enfermo, pero no estaba allí. Ante ello, abrió una aplicación del móvil para saber la ubicación de la mujer y vio que "estaba en mitad del campo", en el término de La Puebla de los Infantes (Sevilla), según ha relatado el procesado.

Al respecto, ha explicado que iba "nervioso y preocupado", porque no sabía qué se iba a encontrar, y al llegar, observó que era "un sitio inaccesible", momento en el que se bajó del coche y "en el silencio de la noche" escuchó a ella "entre risas" en una conversación con el otro hombre, supuestamente relacionada con haber mantenido relaciones sexuales entre ambos.

En ese instante, ha asegurado que se le "alteró el corazón" y salió corriendo detrás del varón, con la intención de "darle una paliza", y se chocaron, "en un simple forcejeo", en el que, según el acusado, no sacó la navaja multiusos que llevaba. Tras ello, la mujer arrancó el coche y supuestamente quiso atropellar al marido, todo ello según la declaración de éste último, quien rompió una de las ventanas y en el momento que le clavaba a ella la navaja, en unos diez segundos, le dijo: "¡Cómo has podido hacerme esto!".

En relación con la aplicación del móvil, el procesado ha señalado que ella era "plenamente consciente" de que "era localizable", a través de dicha aplicación, que "venía de serie en el móvil", según ha dicho el acusado ante los magistrados.

En cuanto a la acusación de malos tratos, el procesado ha mantenido que no la ha humillado, "ni vejado", y "es incierto que la haya amenazado de muerte", aunque sí ha reconocido que se han dicho "insultos mutuos" en distintas "discusiones", al tiempo que ha manifestado que ella "iba sola a todos lados".

"DABA ÁNIMOS"

Por su parte, la mujer ha explicado nerviosa que se dirigió a La Puebla de los Infantes, en todo momento "mirando por el espejo retrovisor por si venía detrás" el marido, con el fin de hablar con un amigo, después de que días antes había fallecido el padre de ella y quería contarle cómo lo estaba pasando con su marido, ante lo cual él le "daba ánimos", según ha indicado ella, quien ha declarado entre lloros cuando ha recordado los hechos.

Así, ha señalado que vio la cara de su marido iluminada por el móvil en la oscuridad de la noche, instante en el que su amigo se bajó del coche y el acusado "se abalanzó sobre él y empezó a apuñalarlo", al tiempo que ella arrancó el coche "muy nerviosa" e intentó huir para que no la matase, según ha aseverado.

Además, ha declarado que él le dijo que la iba a matar y enterrar, a la vez que la insultaba, momento en el que el acusado ha exclamado en la sala de la Audiencia que "es completamente falso" y el presidente del tribunal le ha advertido de que no interviniera más, puesto que sería expulsado.

Entretanto, la afectada ha expresado que ambos estaban vestidos y que cuando vio a su marido le dio "mucho miedo", porque sabía que la iba a matar, según ha dicho ante los jueces, a lo que ha añadido que si llega a saber que la tenía controlada por una aplicación móvil, no va a un sitio para que la maten, y ha precisado que conoció al amigo de La Puebla de los Infantes en la piscina municipal de Palma del Río.

Respecto a los hechos de malos tratos, la mujer ha afirmado en el juicio que no denunció antes "por miedo" al acusado, quien supuestamente ha cometido tal acusación "desde el principio" de la relación, cuando ella tenía unos 14 o 15 años, y la ha insultado "a diario", igual que "las agresiones y amenazas de muerte", según su relato.

17 AÑOS DE CÁRCEL

Cabe recordar que la Fiscalía pide para él penas que suman 17 años y cinco meses de cárcel, órdenes de alejamiento por unos 17 años sobre la mujer y por unos seis años sobre el otro hombre, después de aplicar la agravante de parentesco y la atenuante de reparación del daño, respecto al delito de homicidio en grado de tentativa.

En concreto, el Ministerio Público detalla en su calificación que el procesado, de unos 37 años de edad en el momento de los hechos, contrajo matrimonio en marzo de 1997, han tenido dos hijos, menores de edad en la actualidad, y han convivido en Palma del Río.

El fiscal relata que una noche de marzo de 2013, el acusado, tras sospechar que su mujer le era "infiel" y activar el GPS de su móvil, se dirigió con su coche a un paraje de La Puebla de los Infantes, donde su esposa se encontraba en compañía de otro hombre en un coche.

Una vez allí, "al sorprender a su esposa en una situación en la que creía que estaba consumando la infidelidad sospechada", se aproximó al vehículo en silencio, aprovechando la oscuridad de la noche y utilizando la luz del móvil. Si bien, la mujer y su acompañante lo vieron, momento en el que el varón salió del coche para "aclararle los hechos".

El procesado, "sin mediar palabra, de manera sorpresiva e intentando no darle posibilidad de defensa", supuestamente lo empujó al suelo, "con intención de menoscabar su integridad física y corporal", al tiempo que le propinó varias patadas y "le asestó tres puñaladas con una navaja multiusos, que llevaba para dicho fin en su pantalón".

A continuación se dirigió hacia la puerta delantera izquierda del coche, donde se encontraba su mujer, y ésta, "asustada ante la reacción de su marido", había cerrado con pestillo las puertas del vehículo, si bien el procesado rompió el cristal de la ventana con su navaja, a la vez que le decía: "Te voy a matar, te voy a enterrar".

LLAMÓ AL 112

Así, "guiado por el ánimo de acabar con su vida o aceptando todas las consecuencias perjudiciales", presuntamente le asestó 17 puñaladas, 13 en la parte izquierda de la espalda, dos en la parte izquierda del tórax, una bajo el pecho y otra en la parte izquierda del cuello, que "afectaron a órganos vitales y produjeron un riesgo vital efectivo".

El acusado, consciente de la gravedad de las lesiones causadas a su esposa, llamó al servicio de emergencias 112 y siguió las instrucciones sanitarias recibidas, para "evitar o aminorar el perjuicio de lesiones ocasionado", hasta que el personal médico acudió al lugar y se hizo cargo.

Como consecuencia de ello, la mujer reclama por las lesiones sufridas, de las que tardó 180 días en curar, de los que seis estuvo ingresada y el resto, impedida para ocupaciones habituales. Le han quedado distintas secuelas físicas, psíquicas y estéticas. Mientras, el otro varón sufrió diversas lesiones en los brazos, por las que reclama.

Por otra parte, el Ministerio Público explica que con anterioridad al día de los hechos y desde el inicio de relación, el procesado, "en múltiples ocasiones, con intención de menoscabar la integridad física y corporal" de su mujer, supuestamente le propinaba empujones y patadas en el culo, le ha hecho humillaciones e insultos desvalorizantes, al tiempo que presuntamente la ha intimidado y amedrentado y "espiaba y controlaba su conducta", siguiéndola y con una aplicación de su móvil.

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