Mal inicio para el Cajasur CBM en la fase de ascenso a Liga Asobal. El cuadro granate cayó derrotado por 33-21 en la pista del Acanor Novas, en un partido en el que aguantaron el tipo durante la primera mitad, llegando al descanso con cuatro goles de desventaja. La segunda parte, con un sinfín de imprecisiones, terminó por ahogar las esperanzas de puntuar de un cuadro de Escribano que terminó claudicando de manera clara.
Se preveía un duelo a cara de perro en tierras gallegas y el partido respondió a las expectativas casi desde el inicio. Mucha igualdad en los primeros minutos, con un Novás muy serio y afianzado en su 6-0 defensivo, duro, inteligente y efectivo, dificultando mucho la creatividad ofensiva granate. Los de Escribano necesitaban mucho para anotar, mientras que el cuadro gallego encontraba la meta de Torres de manera más fácil. Con un Cajasur algo irreconocible en la faceta defensiva, una de sus mejores armas, y Martín Molina sacando a relucir su zurda, poco a poco los locales consiguieron distanciarse. Un parcial de 5-0 para el Novás obligó a Escribano a solicitar tiempo, intentando cortar la sangría, porque los puntos podían estar escapándose en esos minutos.Reaccionaron algo los granates, aplicándose más en defensa, con subida de intensidad, y buscando nuevos caminos para superar la muralla gallega.
Los balones a seis metros, con Jota o Morgado, sirvieron para mantenerse en el partido, aunque la sensación era que los locales tenían el duelo controlado y el Cajasur hacía un poco la goma. Los cuatro goles de desventaja al descanso (16-12) pesaban, pero no eran ni mucho menos insalvables.El problema era que la tónica continuó casi de la misma manera en la reanudación. El Novás era casi infranqueable, y cuando el Cajasur tenía situaciones claras de gol, especialmente al contraataque, aparecía García Lloria para salvar a los suyos.
El 21-14 del minuto 39 encendía todas las alarmas y obligaba a Escribano a pedir tiempo. Lejos de mejorar, esta vez las cosas fueron a peor y el equipo comenzó a desangrarse a lo grande.Y se puede decir que en ese tiempo muerto acabó el partido. De vuelta en la pista el Cajasur mostró su peor cara, con muchos errores en el pase y una desconexión generalizada que terminó por decidir el duelo mucho antes de su conclusión. Otro 6-0 de parcial adverso puso las cosas imposibles (27-15) y ya sólo quedaba esperar el final de una segunda parte horrible de los de Escribano, que terminaron claudicando por 33-21 y, para colmo de males, perdiendo por lesión a Alberto Requena a tres minutos para el final.La semana que viene, segundo episodio de esta fase de ascenso a Asobal, recibiendo en la IDM Fátima al Balonmano Burgos.