"Creo que la reina no lo habría apreciado. Es una vergüenza este asunto", afirma el hermano menor del rey Felipe de los belgas
El príncipe Lorenzo, hermano menor del rey Felipe de los belgas, criticó hoy la cantidad de "gente común" que ha asistido a los funerales de la reina Isabel II, ceremonia en la que él no ha estado porque no quiso "imponerse", pese a estar emparentado en quinto grado con la difunta.
"Hay tanta gente común que está ahí, supuestos funcionarios que se creen importantes y gente con ambición desmedida que han hecho todo lo posible por mostrarse, que preferí no imponerme", declaró en el diario DH Les Sports+ el príncipe Lorenzo de Bélgica, de 58 años.
El hermano del rey de los belgas, tradicionalmente la figura más estridente de la familia real belga, se pregunta "cuántas personas se han impuesto" en la ceremonia.
"Creo que la reina no lo habría apreciado. Es una vergüenza este asunto (...). Seguramente yo tengo legitimidad para ir, quizá más que otros, pero soy alguien discreto y no quiero forzar. Mi hermano ha ido y me alegro por él", agrega el príncipe sobre las exequias.
El hermano pequeño del rey Felipe de los belgas da a entender que la comitiva belga no contó con él para participar en los funerales.
"Para ir, habría tenido que pedir una autorización al Gobierno. Me parece surrealista. Si quiero ir a ver a un primo jefe del Estado, también tengo que pedir un autorización. Lo mismo para ir a ver a mi primo alemán en Luxemburgo o a mi madrina que vive en Lausana. Tengo que pedir permiso para ir a Suiza. Es una locura", critica el hermano del monarca.
Lorenzo de Bélgica ha protagonizado varias polémicas en los últimos años, hasta el punto de que su padre el rey Alberto II, primero, y su hermano el rey Felipe, después, suspendieron su agenda como representante del país.
El hijo pequeño de la reina Paola protagonizó un escándalo al reunirse con el hijo del entonces dictador libio Muamar el Gadafi en 2007 y 2008 o, al participar sin autorización en un acto en la embajada de China en Bélgica en 2017 que le costó una sanción financiera de 47.000 euros sobre los más de 300.000 euros a los que ascendía entonces su dotación por ser parte de la familia real.