El césped del Estadio Australia de Sídney se convirtieron en una verdadera pista de baile donde las jugadoras españolas, campeonas absolutas del mundo, celebraron la conquista del trofeo y el puesto más alto del podio en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Tras unos agónicos minutos finales, el pitido de la árbitra Tori Penso vino como un alivio y sentenciaba la victoria, con un gol de Olga Carmona, de la selección española frente a la de Inglaterra. España conquistaba su primera estrella mundialista.
Mientras las titulares peleaban por resistir a la embestida británica, el banquillo acompañaba ansiosamente la espera del veredicto.
Y entonces llegó: España es campeona absoluta del mundo y lo celebró a lo grande, con jugadoras en lágrimas e hinchada eufórica. Shakira, Kuduro, Farga y Vicco, entre otros, comandaban a fiesta en los altavoces.
Desde la cancha, las campeonas atendían a los medios luciendo enormes sonrisas y no se esforzaban para contener las lágrimas, así como muchos de los aficionados e incluso varios de los periodistas que igualmente fueron testigo -y ayudaron a escribir- esta trayectoria histórica.
Una hoja de ruta marcada por récord tras récord y logro tras logro. Aitana Bonmatí subió al podio como la mejor jugadora de este Mundial y compartió escenario con Mary Earps, elegida la mejor portera.
También terminó este cita mundialista con una doble conquista la extremo Salma Paralluelo, quien a los 19 años fue nombrada la mejor joven jugadora del torneo.
Más de 75.000 personas acompañaron el momento en el que las 23 jugadoras, al lado de las futbolistas de los combinados inglés y sueco, que se llevó el bronce, subieron al palco para ocupar el puesto más alto del podio, recibir el oro y dejar su huella en la eternidad.
Las esperaban para rendirles tributo la reina Letizia y la Infanta Sofía, además del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el presidente de la Federación Española de fútbol, Luis Rubiales.
Olga Carmona, elegida la mejor jugadora de la final, fue la primera en recibir la medalla dorada, los abrazos y las felicitaciones de las variadas personalidades que la aguardaban.
La capitana Ivana Andrés fue la encargada de alzar al cielo la tan anhelada copa y, entre gritos de "Ole, ole" y mucha emoción, la selección lo certificaba: para las campeonas mundiales el cielo es el límite.
A las cámaras, Aitana exhibía orgullosa su medalla y trofeo, mientras que el trío veterano Alexia Putellas, Jenni Hermoso e Irene Paredes -tres de las responsables de cimentar el paso al fútbol femenino profesional- no dejaban de compartir abrazos, visiblemente conmocionadas.
Una infanta Sofía envuelta en la bandera española y con la Reina Letizia ondeando la camiseta número 12, animaban a un conjunto que nunca dejó de soñar ni dudar.
La celebración, una vez más bajo el ritmo del sencillo "Nochentera" de la catalana Vicco, recibió el broche de oro con fuegos artificiales, llamas y una lluvia de confetis dorados que exaltaban la fiesta de una España que alcanzó el lugar más elevado del globo.