Daniel Carriço comienza a ser el nombre propio de una parcela defensiva desmejorada con el paso de los años y sin un ‘sargento de hierro’ desde que Squillaci abandonará a los de Nervión para recalar en el Arsenal allá por agosto de 2010.
La productividad del jugador portugués, tanto en el doble pívote como en el eje de la zaga, comienza a ser de nota. Es por ello que, a pesar de haber jugado tan sólo cinco partidos en lo que va de Liga debido a la lesión que lo apartó en pretemporada, Emery si lo hace saltar al terreno de juego desde el inicio es para darle siempre los 90 minutos. Y es que Carriço ofrece esa tranquilidad de antaño. Jugador duro de roer y, lo más importante, nunca se complica cuando el balón merodea el área sevillista. Es sin lugar a dudas uno de los fichajes más óptimos de este verano, aún con un pero; llegó cedido. Procede del Reading inglés, donde no cuajó su mejor fútbol tras triunfar en el Sporting de Lisboa. No obstante, el Sevilla se aseguró una más que interesante opción de compra a ejecutar o en junio de 2014, o bien antes de que concluya este año 2013.
Rebaja considerable
Monchi lo tiene claro, hay que fichar a Carriço ya. La razón es sencilla, si ejecuta la opción de compra de unos 2 millones de euros antes de que finalice este año el Reading se vería obligado por “una cláusula de confidencialidad en el contrato” a rebajar el coste del traspaso en un 20 por ciento. Es decir, Carriço podría convertirse en sevillista de larga duración en el mes de diciembre a cambio de 1,5 millones, aproximadamente. Una inversión de garantía que el club tiene decido acometer en las próximas fechas. Y es que el deseado de Monchi está demostrando con creces las razones por las cuales debe permanecer en Nervión.