Alex Mumbrú, Dairis Bertans y Axel Hervelle han regresado este domingo a las canchas tras unas semanas con problemas físicos para llevar al Bilbao Basket a dar la campanada en Miribilla ante el Real Madrid, que ha encadenado su segunda derrota consecutiva en la Liga Endesa (89-79) y ha cedido el liderato al Unicaja de Málaga.
Mumbrú (11 puntos y 4 asistencias) y Bertans (16 puntos, 4 de 4 en triples y 17 de valoración) se habían perdido las últimas jornadas y Hervelle (17 puntos, 7 rebotes y 16 de valoración) había jugado muy mermado, pero han vuelto pletóricos mientras han estado sobre el parqué. Que no ha sido mucho rato, porque los dos exmadridistas han sido eliminados pronto y el letón ha parecido resentirse de su lesión.
Los tres han sido, junto a Danilo Andjusic (10), las piezas en estado de gracia que ha ido encontrando Sito Alonso cuando los han ido necesitando para ampliar o mantener el serio varapalo de los de negro a los de blanco durante buena parte de un choque en el que el Madrid nunca ha tenido opción de pelear por el triunfo.
Pero la labor bilbaína ha sido coral y jugadores como Quino Colom (9 asistencias), aún desacertado en el tiro, el bisoño Tobias Borg y Marko Todorovic han puesto su granito de arena en el triunfo y para paliar las bajas a última hora de Raúl López, Germán Gabriel y Dejan Todorovic.
Entre los de Pablo Laso, mal partido en general, si bien los que han puesto más ardor para frenar el 'tsunami' que se les venía encima han sido Sergio Llull, Andrés Nocioni, Felipe Reyes y Rudy Fernández.
Cinco puntos de Mumbrú en el arranque (7-3) lanzaron a un Bilbao Basket al que solo le frenaron ya los descansos. Bertans cogió el relevó del capitán y con 9 puntos seguidos consecuencia de tres triples empezó a hacer seria (19-7) una ventaja local que otro triple de Wragge llevó a los 13 puntos (22-9) a los siete minutos de partido.
La aparición en escena de Llull frenó a los de negro, que, no obstante, llegaron al final del primer cuarto ocho arriba (26-18).
No paró el Bilbao Basket en el segundo cuarto, en el que encontró otra muñeca inspirada desde lejos que sumar. Fue la de Andjusic, quien, con 8 puntos seguidos, abrió de nuevo el boquete hasta el 38-26.
Entonces el éxtasis se adueño de Miribilla y de 'los hombres de negro', que no pararon con su fiesta particular hasta el final de la primera mitad, a la que se llegó con una paliza en toda regla (53-32) y solo Llull intentando contrarrestar el vendaval.
Tampoco frenaron a los locales el descanso largo ni la decisión de Reyes, que con 11 puntos seguidos a vuelta de vestuarios intentó paliar la mala tarde de todo su equipo. Pero enfrente su pareja de baile y excompañero Hervelle le copió la idea y equilibró las cosas con 10 puntos para mantener las distancias en un tercer cuarto que finalizó casi con la misma diferencia que empezó (75-55).
Pero en el camino los locales perdieron por faltas a Mumbrú -la quinta fue una técnica que siguió a la cuarta-.
Algo parecido les sucedió a los de Sito en el último cuarto, en el que Hervelle quedó pronto eliminado por una falta en ataque. A partir de ahí, el Madrid, ya con Nocioni y Rudy de protagonistas, amagó con la remontada.
Incluso bajó un par de veces a menos de diez puntos la desventaja (83-74, 87-79), pero en esa decena de puntos (89-79) quedó un marcador final más generoso con los visitantes, a pesar de perder, que con los locales, que vivieron otro partido de ensueño ante un rival que aparece siempre en sus mejores recuerdos.