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La retaguardia hace aguas

La defensa sevillista ha pasado de encajar un tanto en siete partidos a recibir doce goles en los últimos seis enfrentamientos

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  • La muralla se desprende -

Es una evidencia que el conjunto de Unai Emery no hila fino en las últimas semanas. El mal juego se está reflejando en una nefasta racha de resultados que, entre otras cuestiones, les ha llevado a quedar apeado en la Copa del Rey y a perder la condición de cuarto clasificado en el campeonato liguero.

Entre tantas facetas negativas, comenzando por la falta de pólvora en jugadores tan determinantes como debe ser Carlos Bacca, o las impertinentes lesiones de varios futbolistas claves, una de las principales razones de este pronunciado bache lo encontramos en los números de una defensa que hace aguas.

La faceta defensiva se ha alzado como pilar fundamental en una primera vuelta para la historia, encajando sólo más goles que los tres colosos de la Liga. Pero de un tiempo hacia acá varios defensores vienen mostrando sus vergüenzas y ello lo está pagando y de qué manera el conjunto sevillista. Tal es así, que si bien el equipo sólo había recibido un único gol desde el encuentro de Vallecas (0-1), a inicios del mes de diciembre, hasta el tanto encajado en Granada en los octavos de la Copa del Rey a principios de año (1-2). O lo que es lo mismo, un único gol recibido en siete partidos oficiales.

Pero desde la decadencia en Cornellá frente al Espanyol (3-1), los de Emery no han parado de recoger balones del fondo de sus mallas. Tres goles en Mestalla, dos del Espanyol en Nervión en Liga, dos en el Bernabéu y los dos últimos recibidos este pasado fin de semana en Getafe. Es decir, hasta doce gole en apenas seis partidos oficiales.

Sin duda, las habituales críticas de determinados sectores dada la mala imagen que suele ofrecer este Sevilla han tomado mayor relevancia con los últimos resultados, condicionados por una zaga que debe recuperar su firmeza para voltear el rumbo.

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