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El empate perfecto: el Getafe se salva y el Eibar sigue con vida

Los dos equipos solo disputaron el partido durante sesenta minutos

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El Getafe empató 1-1 ante el Eibar y sumó el punto que necesitaba para lograr la permanencia matemática en la Liga BBVA para dejar al conjunto vasco a dos puntos de una salvación que se jugará en la última jornada ante el Córdoba.

Los dos equipos solo disputaron el partido durante sesenta minutos. Eso fue lo que duró la batalla. El resto del choque, con los resultados bastante a favor para el Eibar, se convirtió en un paseo hasta el final, cuando el colegiado Clos Gómez finiquitó el choque y los jugadores de ambos clubes se fundieron en un abrazo.

Y es que un solo punto separaba al Getafe de dar por finiquitada una temporada llena de sobresaltos en los despachos y en los banquillos. Nunca antes el conjunto madrileño se iba a salvar con tan pocos puntos y menos en un año convulso con casos como el de Pedro León o las salidas imprevistas de los entrenadores Quique Sánchez Flores y Cosmin Contra.

Esos tres fueron solo unos pequeños de múltiples ejemplos desestabilizadores que no consiguieron hundir a un equipo sin efectivos, con solo trece jugadores de la primera plantilla para afrontar el que tal vez fue el partido más importante del curso.

El banquillo, repleto de canteranos como Iván López "Ivi", Carlos Vigaray, Pedro Astray, Pere Milla y Alex Felip, era el reflejo de la escasez de los hombres de Pablo Franco, que, sin embargo, tendrán que dar las gracias a sus chicos del filial por toda la ayuda que han prestado a lo largo de nueve meses.

Enfrente, el Eibar, llegó a la cita con muchos más agobios que su rival tras sumar inexplicablemente solo cuatro puntos en toda la segunda vuelta. El empate no era un seguro de vida porque los resultados en otros estadios podrían dejar al cuadro armero en puestos de descenso a falta del partido que tiene que disputar contra el Córdoba en la última jornada.

Firmar tablas no era recomendable y por eso se esperaba que el Eibar saliera desde el principio del duelo a por la victoria. Sin embargo, eso no ocurrió y el equipo que dirigió Andoni Azkagorta por la sanción de Gaizka Garitano se echó atrás con la intención de sorprender al contragolpe.

El Eibar cedió terreno y jugó con fuego porque el Getafe dominó completamente la primera media hora, en la que pudo marcar con dos cabezazos del senegalés Babá Diawara que se marcharon fuera de la portería de Irureta por muy poco.

Al ritmo de Pedro León, el mejor de la primera parte, el Getafe fue anunciando su gol hasta que Freddy Hinestroza, tras un saque de esquina sacado por el murciano, acertó de cabeza para hacer el primero de la tarde.

El tanto del colombiano abrió los ojos al Eibar que, por fin, se puso el mono de trabajo y en los últimos quince minutos, en un arranque de orgullo y de necesidad, fue a por un empate que consiguió por medio de Borja Fernández. El ex jugador del Getafe, que solo había marcado dos goles en toda su carrera, hizo la tercera diana de su carrera para devolver las tablas al marcador.

Ese tanto dejó tocado al Getafe, que volvió de los vestuarios fuera del partido. La losa de las cinco derrotas consecutivas que acumulaban parecía ser demasiado pesada para el equipo de Pablo Franco, que se vio superado en el inicio del segundo acto.

El Eibar, envalentonado con su nuevo rol, pudo desempatar poco después del descanso con un remate de Ander Capa que desvió Vicente Guaita al poste y que asustó al público del Coliseum Alfonso Pérez, ya acostumbrado a ver derrotas de su equipo este año.

Los resultados en otros estadios empezaron a esclarecer la situación de ambos equipos y los goles del Sevilla al Almería tranquilizaron los ánimos hasta que el Granada se adelantó en San Sebastián y el Eibar, de nuevo, tuvo que ir a por el partido.

Con doce minutos por delante, el Getafe siguió con su tónica general de los últimos partidos, jugando mal, cediendo terreno al rival y especulando con el resultado. Esa ruleta rusa podría haberle creado algún problema en la última jornada con la visita del Bernabéu en el horizonte.

Sin embargo, en esta ocasión el gol no llegó. Nadie lo quiso. Los dos equipos se conformaron. La imagen de Borja Fernández hablando con Diego Castro pidiendo calma fue muy gráfica. Los minutos fueron pasando, el reloj no perdonó y el Getafe se salvó matemáticamente para dar carpetazo a una temporada para olvidar, seguramente la peor desde que llegó a Primera División hace once campañas.

El Eibar, al final, se conformó con un empate que le deja dos puntos por debajo de la salvación. Si gana al Córdoba y el Deportivo pierde en el Camp Nou, seguirá en la Liga BBVA. Parece lógico, pero en el fútbol no siempre pasa lo esperado. El conformismo final del cuadro vasco podría pasarle factura en el último suspiro.

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