El Athletic Club ha desaprovechado el 0-2 con el que se fue hoy al descanso en Eslovaquia y deberá remontar en San Mamés, dentro de una semana, la eliminatoria de la Liga Europa ante el MSK Zilina, que se le ha complicado con tres goles locales en la segunda mitad del partido de ida, curiosamente cuando parecía que los rojiblancos iban a marcar su tercer tanto.
Además, el cuadro de Ernesto Valverde, perdió a su delantero Iñaki Williams, que recayó de su lesión muscular. Apenas estuvo sobre el césped ocho minutos dañado en los isquiotibiales de la pierna derecha. Está pendiente de evolución.
Sabin Merino, después de recibir un precioso pase de Ibai Gómez, y Kike Sola, aprovechando un clamoroso error del capitán local Pecovsky en una cesión a su portero; adelantaron al Athletic en los minutos 16 y 33.
Y, ya en el segundo tiempo, Paur puso el 1-2 con un disparo afortunado que desvió Iñigo Lekue y William el segundo y el tercero. El segundo tras una contra solo ante Iago Herrerín y, ya en casi en el descuento del descuento, el tercero aprovechando un balón suelto en el último córner botado por su equipo.
Un mal final para lo que iba encaminado a un gran partido del Plan B del Athletic, con muy buenos momentos de jugadores como Bóveda, Lekue, Elustondo, Ibai, Sabin y Sola, pero que quedó convertido una casi inexplicable derrota que le complica sobremanera las cosas para dentro de siete días en Bilbao.
El Zilina, por su parte, ha hecho honor a lo que esperaba de él. Una especia de Rayo Vallecano de Paco Jémez capaz de lo peor, la primera mitad, y lo mejor, su última media hora, justo cuando lo que planeaba sobre su estadio era el 0-3 en su contra.
Comenzó más intenso el Zilina, que buscaba acercarse a Herrerín con continuas coladas por la banda derecha de Cmelik, con el que tuvo en ese arranque muchos problemas Lekue, una de las ocho novedades en la alineación rojiblanca.
Salvo Bóveda, Laporte y Gurpegui, hoy de central, el Valverde cambió a todo el equipo para refrescarlo del desgaste de la Supercopa ante el Barcelona.
Esos agobios iniciales del Athletic se tradujeron en dos remates en buena posición de Paur, llegando desde banda izquierda. no encontró portería en ninguna de ellas, tras buenos centros de Benes y Cmelik.
Pero llegándose al primer cuarto de hora, los rojiblancos empezaron a asentarse. Y más aún tras aprovechar su primera ocasión. Un precioso pase de Ibai al desmarque de ruptura de Sabin, que cruzó el balón a la red entrando por la derecha del ataque visitante, donde se ubicó hoy.
Un robo de Aketxe que no pudo controlar Sola amenazó en el minuto 18 un 0-2 que llegó en el 33 como consecuencia de un clamoroso error del capitán Pecovsky en una cesión a su meta. Sola, que se encontraba por ahí en su labor de presión a la salida de balón rival, aprovechó el regalo y también superó a Volesak con un disparo cruzado.
En medio de una serie de cabezazos fortuitos en jugadas aéreas que dañaros a Skriniar, Paur y Vavro, pudo llegar antes del descanso hasta un tercer gol bilbaíno. Pero al buen disparo buscando el palo de Ibai respondió con una buena intervención Volesak.
Intentó el Zilina repetir la salida casi en tromba de la primera mitad y Cmelik, encontrando la espalda de la defensa bilbaína, no marcó el 1-2 porque Herrerín le obligó mucho en su salida y Gurpegui impidió que Jelic remachase en el segundo palo.
Le duró menos el gas al Zilina en el segundo tiempo, ya que el Athletic se recuperó pronto y no dejó de buscar el 0-3 entre córneres y córneres provocados por los de Valverde quizás por la decisión casi suicida del técnico del equipo verdeamarillo, Adrian Gul'a, puso otro delantero, William, en la punta de ataque, por un defensa, el lateral Mabouka.
Tras el primero de esos saque de esquina remató Sabin, después del segundo Gurpegui lamiendo el palo y en el tercero Laporte y Sabin. Además, Sola estuvo a punto de robarle el balón a Volesak e Ibai se encontró con Skriniar al rematar en el primer palo un buen centro de Lekue tras una buena jugada.
Pero cuando parecía cercano el tercer gol del Athletic, llegó el primero del Zilina, más tarde el segundo, y la eliminatoria dio un importante giro de cara a la vuelta en San Mamés.
Primero, un disparo de Paur desde la frontal, tras un balón a llovido a William al punto de penalti, rozó en Lekue y se coló en la meta de Herrerín; doce minutos más tarde, y William rompe el fuera de juego, quizás habilitado por Gurpegui, y se plantó solo ante el portero bilbaíno, que se marchó a su primer amago.
Y, ya casi en el añadido del añadido, en el minuto 94, William tocó hacia la portería el último córner de su equipo y Gurpegui no fue capaz de reaccionar como debía para despejar el esférico. No estuvo fino el capitán y su equipo deberá remontar dentro de siete días en San Mamés, en plena Aste Nagusia bilbaína.