El español David Ferrer, eliminado en octavos de final de Roland Garros ante el checo Tomas Berdych, se quejó de que los organizadores les obligaran a comenzar el partido ayer martes bajo la lluvia.
"Me parece una estafa para la gente. Las condiciones no eran las más idóneas para jugar. Tuvieron la suerte de que nadie se lesionó", dijo el tenista, quien precisó que esa circunstancia no explica su derrota.
Ferrer aseguró que si fuera él quien tuviera que tomar la decisión de programar partidos bajo la lluvia no haría saltar a los jugadores.
"Miraría por el bien del jugador, porque soy jugador. Me parece increíble que en este torneo no haya dos pistas cubiertas cuando se sabe que siempre llueve. Me parece ridículo. Me parece que es el único torneo que no ha evolucionado. En Australia que nunca llueve tiene tres pistas cubiertas y aquí no. No le veo la lógica. Un torneo de estas dimensiones se ha quedado atrás en estas cosas", aseguró.
Ferrer afirmó que la pista estaba mu pesada y que eso favorecía a Berdych "que tiene más fuerza", lo que le permitió "ser más agresivo" mientras que a él le costaba más "hacer golpes ganadores".
Lamentó no haber aprovechado las oportunidades que tuvo de cobrar ventaja en el segundo set.