El colegio La Florida cuenta con un huerto escolar, una iniciativa en la que se ha implicado todo el centro, unos 400 estudiantes y su equipo docente, además las familias y AMPA. La teniente de alcalde delegada de Educación, María Antonia Martínez, visitaba días atrás las instalaciones del colegio para conocer in situ la marcha del citado proyecto.
Martínez ha felicitado al conjunto de la comunidad educativa “por su acierto en el desarrollo de este proyecto”, recordando que “fomenta valores muy positivos entre nuestros menores”, dijo. La responsable municipal de Educación ha querido resaltar que “el proyecto está siendo muy bien acogido por el alumnado, hemos comprobado que se interesan por conocer todas las fases, desde la recolecta hasta que los productos llegan al mercado y, por tanto, a los consumidores”.
Cabe señalar que el huerto escolar es un recurso educativo cada vez más conocido y utilizado, en el que deben prevalecer los criterios pedagógicos sobre los agrícolas. Por eso todo su planteamiento y tareas contribuyen a la actividad docente.
No se trata sin más de una parcela en la que se cultivan tomates y lechugas, sino que hay que entenderlo como un espacio dentro del centro en el que se abordan una serie de contenidos encaminados a desarrollar las capacidades del alumnado.
Con esta actividad, tal y como ponen de relieve desde el propio colegio, se desarrolla la socialización y el trabajo en equipo, organizado, respetando los turnos naturales, se favorece la valoración del propio esfuerzo y su relación con el aprecio a los productos conseguidos, la importancia de la constancia y el orden.
Igualmente se trabaja con elementos tan primarios y vitales como la comida, el agua, la tierra y el sol. El huerto escolar proporciona el soporte idóneo para que se materialice el espíritu creador del estudiante de forma tangible. El colegio La Florida ha desarrollado la iniciativa tanto para los escolares de Educación Infantil como Primaria.
En el caso de los más pequeños se trata de descubrir y utilizar las propias posibilidades motrices, sensitivas y expresivas, además de progresar en la adquisición de hábitos y actitudes relacionadas con el bienestar y la seguridad personal, la higiene y el fortalecimiento de la salud.
Para el alumnado de Educación Primaria, la actividad representa también conocer y apreciar el propio cuerpo y contribuir a su desarrollo, adoptando hábitos de salud y bienestar. Además se hace hincapié en que se establecen relaciones entre hechos y fenómenos del entorno natural y social. Y se aprende a identificar y plantear interrogantes y problemas a partir de la experiencia diaria.