El fuerte viento que azota estos días y la dejadez en la que está sumido el estadio José del Cuvillo, empieza a dibujar una imagen dantesca.
El cierre y la falta de cuidados del recinto deportivo es más que evidente, como prueba el derrumbe de uno de los focos de la zona de tribuna. El deterioro que viene sufriendo salta a la vista.
Algo más de un año de su cierre, el Cuvillo empieza a pagar un alto peaje tras la situación inmóvil judicial que padece.
El tiempo pasa y el más perjudicado, tal y como recoge la imagen, son las instalaciones que las deja inservible y peligrosas a la vez.