La bondad y la generosidad son dos cualidades perfectamente atribuibles a la presidenta de la asociación de vecinos Altos de la Bahía, Araceli Cabrero, que se rodea de una gran junta directiva, cuyo fin en estos momentos es trabajar “con los voluntarios para que la gente que participa en las actividades” se haga socia, puesto que “no solo se pueden quedar en hacer una actividad, sino que entre todos tenemos que ser un conjunto de fuerzas que reivindica”. Por ello “animamos a la gente a colaborar para seguir haciendo lo que se hace ahora y más, siempre a demanda del vecino”, explican tanto la presidenta como Mari Cuevas, miembro de la junta directiva.


A pesar de la buena voluntad de su junta directiva, éste, como otros barrios, tiene reivindicaciones pendientes, como un parque infantil, siendo conscientes de que existe espacio suficiente para que se habilite un lugar para los más pequeños del barrio. Una petición que ya fue realizada con motivo de los Presupuestos Participativos y que continúan barajando. Un espacio que también podría servir para que los mayores pudieran tener un lugar donde reunirse. Pero en cuanto a ocio, una pista de petanca en el propio solar del local asociativo o una pista de skate (iniciativa de un grupo de jóvenes del barrio), conforman las necesidades de los vecinos.


Otra preocupación de esta junta directiva es la consecuencia de la celebración de Halloween. Entienden que, “a pesar de la seguridad y la prevención, hay algo que se nos escapa”, porque, indican, hay vandalismo. Así, destacan que hubo rotura de retrovisores, contenedores, papeleras, pintadas y una moto quemada. Por ello entienden que “esta zona, que es muy tranquila, sufre un deterioro tremendo que dificulta salir adelante”, por lo que piden a las familias y a las autoridades mayor prevención, porque en los últimos años “se ha disparatado”.

Demandas


La presidenta destaca que “a priori parece que en nuestro barrio todo está bien, pero hay algunas cosillas” que ir solucionando. La pintura de los pasos de peatones es una asignatura pendiente en algunas calles, así como hay aceras hundidas, adoquines levantados en algunos puntos. Por otro lado, demandan badenes o un radar para el Camino del Juncal, porque por allí los vehículos van a demasiada velocidad, indican.


La lucha contra los excrementos de los canes es otra batalla de Altos de la Bahía, considerando la junta directiva que hay que concienciar a los incívicos, pues la limpieza del barrio tiene buena nota por parte de la entidad.


Sin duda, se trata de un barrio “nada conflictivo, donde la convivencia es buena, con espacios para pasear y vivir con tranquilidad”. Además, destacan que “hay mucha participación en las actividades”, siendo un ejemplo que en el último viaje a Islantilla consiguieron llenar dos autobuses. Un barrio, que a demanda del vecino pero también gracias a la iniciativa de la asociación vecinal, cuenta con una amplia variedad de actividades: gimnasia, inglés infantil, guitarra, taller de bonsais, bailes latinos, pilates, yoga, sevillanas infantil, sevillanas con castañuelas, tai-chi, artes marciales, ejercicios lamas tibetanos, manualidades, escuela de adultos, bulerías y danza del vientre. Tanto Araceli Cabrero como Mari Cuevas destacan que a las mismas pueden acudir socios y no socios, pues se sigue cumpliendo un acuerdo alcanzado por la Flave desde hace años, para que todos los ciudadanos de la zona Norte pudieran disfrutar de las actividades de cualquier asociación vecinal.

 

Actividades clásicas
Por otro lado, continúan adelante actividades como el cine de verano. Por circunstancias, este año se han tenido que rebajar de seis a tres las películas proyectadas, puesto que la otra asociación que compartía local con Altos de la Bahía, Nueva Andalucía, se ha disuelto. Ambas sufragaban los gastos del cine de verano, pero al faltar una de las dos, se ha tenido que reducir el programa. Pero Araceli Cabrero admite que, un año más, la asistencia de público y la respuesta han sido muy buenas, por lo que están muy satisfechos.


Recordar que en estos momentos y desde el pasado 30 de mayo, se hace cargo de la entidad Araceli Cabrero y la junta directiva que estaba con Enrique Valle, ex presidente. La actual presidenta lo continuará siendo tras el 25 de noviembre, cuando se llevan a cabo elecciones a la junta directiva, pues se ha presentado solo su candidatura. En esta nueva etapa estarán Mari Cuevas, María José Oncala, Jesús Puente y contarán con la incorporación de Antonio Luque. Araceli Cabrero entiende que Valle dejara su puesto tras catorce años en la presidencia, y ha cogido el testigo con ilusión y ganas, y sobre todo con un sentimiento de solidaridad y trabajo en grupo admirable y que debería cundir no solo en el movimiento asociativo, sino en general en la ciudad.