El estudio desvela que el optimismo respecto a la situación pandémica aumenta de manera significativa
El 89 % de los españoles se pondría una dosis adicional de la vacuna contra el coronavirus si las autoridades sanitarias lo recomendasen, según revela la octava ronda de resultados del estudio COSMO-Spain, publicado por el Instituto de Salud Carlos III e impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trabajo, que lleva desde mayo de 2020 evaluando la percepción de riesgo de la población ante el virus, también constata que la preocupación respecto al coronavirus baja notablemente y, por primera vez desde el inicio de la pandemia, solo el 39 % de la población se declara preocupado, diez puntos menos que en la ronda anterior.
Además, el estudio desvela que el optimismo respecto a la situación pandémica aumenta de manera significativa y un 80 % de los encuestados percibe que lo peor ha pasado ya frente al 54 % de la última ronda.
El sondeo, que alcanza un nuevo máximo en la confianza en las vacunas (un 94 % de las personas que han contestado dicen que han recibido alguna dosis de la vacuna), también informa de que el nivel de conocimiento sobre el coronavirus ha descendido lo que se explica por una menor búsqueda de información y las consecuencias de la fatiga pandémica.
Sólo el 19 % de la población confiesa que consulta la información sobre el coronavirus varias veces al día y un 40 % dice que no lo hace nunca o casi nunca.
En todo caso, la confianza en los servicios sanitarios se mantiene y sube al confianza en el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y los centros educativos.
También aumenta el acuerdo sobre las decisiones tomadas para reducir la propagación del virus ya que ha crecido la proporción de población que considera que las decisiones han sido adecuadas, un 33 % frente a un 26 % de la ronda previa.
Además, la comunidad científica sigue siendo el colectivo que más confianza genera al abordar los desafíos que supone el coronavirus.
El estudio COSMOS-Spain, hecho público este jueves, consta de 1.042 entrevistas completas, todas ellas de residentes en España, mayores de 18 años y con una distribución por sexo similar.
El 34 % tenía entre 45 y 60 años; el 32 %, estudios universitarios y el 54 % estaba trabajando, de los que el 47 % declara trabajar presencialmente entornos con riesgo moderado de contagio.