El presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Ramón Reyes, pide una actualización urgente de la Ley Antitabaco de 2010 y una subida de impuestos que repercuta en la disminución de su consumo porque ahora mismo, dice, “España es el estanco de Europa” y tiene que dejar de serlo.
En una entrevista con EFE con motivo del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra este 31 de mayo, Ramón Reyes pide apoyo a la iniciativa para liberar de humo 44 espacios emblemáticos españoles, entre ellos la plaza Mayor de Salamanca, los jardines de Viveros en Valencia o las Lagunas de Ruidera en Ciudad Real y el parque de El Retiro en Madrid.
“Está más que demostrado que el tabaco es el enemigo público número uno de la salud”, dice Ramón Reyes, cuya organización busca implantar estos espacios sin humo para concienciar y además “evitar una de las situaciones más injustas que produce el tabaco”, que es la inhalación de humo involuntaria.
Por eso pide erradicar el humo del cien por cien de los sitios donde se mueven los menores. “Aparte de otras enfermedades, el humo produce cáncer”, recuerda el presidente de la AECC.
A su juicio, la ley antitabaco debe actualizarse en esta legislatura con el objetivo de reducir el número de personas que fuman. La legislación actual -dice- produjo una reducción relevante de fumadores, pero ahora ha vuelto a subir hasta el 22 por ciento.
Esa ley debe contemplar una educación activa, adoptar el etiquetado neutro para el tabaco y abordar la parte impositiva, según la visión del presidente de la AECC.
“España es de los países europeos con el precio más bajo. Vale la cajetilla de tabaco para aquí la mitad que en Francia y que prácticamente todos los países europeos, excepto los países del Este. Eso hace que España sea en este momento el estanco de Europa, la gente viene a comprar tabaco aquí y eso me parece un escándalo”, se queja Reyes.
Según explica, un estudio de la Organización Mundial de la Salud indica que si se aumentara un 50 % el precio del tabaco se reducirían en 50 millones el número de fumadores en el mundo, con lo cual el factor más importante que incide en la reducción de las personas que fuman es el precio.
“A mi me deja perplejo que este veneno que mata a 8 millones y medio de personas al año, 180 personas al día, esté incluido en la cesta de la compra”, explica el presidente de la asociación, que recuerda que además de enfermedades cardiovasculares el tabaco provoca cáncer.
También pide actuar contra los derivados del tabaco, incluido el vapeo que es una manera de debutar en el consumo de tabaco. “Los cigarrillos electrónicos tienen nicotina y otros componentes del tabaco… Y producen cáncer”.
La asociación pide estigmatizar el uso del tabaco y una gran alianza de todos los sectores que están afectados contra el cáncer. “Hemos lanzado el año pasado un acuerdo contra el cáncer, que agrupa a entidades públicas y privadas, porque el cáncer es tan complejo y tan costoso que no se puede abordar solamente desde el plano privado o desde el plano de Administración”.
Asegura que trabajará sin cuartel para tener en 2030 la primera generación libre de humo. “Es absolutamente necesario. No nos queda más remedio que luchar y en esto la sociedad ha evolucionado enormemente”, dice Ramón Reyes, que recuerda que en los años 70 la revista Nature recomendaba el tabaco a las embarazadas para evitar el estrés.
“Lo que hemos recorrido…”, reflexiona el presidente de la AECC, que en cualquier caso pide seguir trabajando muy duro para que los menores no puedan comprar tabaco, haya una restricción absoluta de los espacios donde se fuma y sobre todo se suba el precio.
“Sabemos que el 40 % de los cánceres se pueden eliminar con formas de vida diferentes. Si encima sabemos que hay elementos externos como el tabaco que lo producen no podemos no hacerlo… Somos un país cívico”, señala.