El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió este jueves el derecho individual a la "autonomía moral" y a elegir cómo vivir su propia vida y "crear su entorno familiar" en el Desayuno Nacional de Oración en Washington que abre cada año el curso político y que está organizado por congresistas a título individual y la organización cristiana de corte conservador 'The Fellowship Foundation', conocida como La Familia.
"Hoy mi plegaria quiere reivindicar igualmente el derecho de cada persona en cualquier lugar del mundo a su autonomía moral, a su propia búsqueda del bien (...) reivindicar la libertad de todos para vivir su propia vida, para vivir con la persona amada y para crear y cuidar a su entorno familiar, mereciendo respeto por ello", indicó Zapatero ante un auditorio de 3.500 personas, entre las que se incluía el presidente de EEUU, Barack Obama, y su esposa Michelle.
Zapatero, reconocido agnóstico, defendió así sus convicciones ante el auditorio, pero siguió la tradición que enmarca este acto al citar un pasaje de la Biblia, del capítulo 24 del libro del Deuteronomio, para subrayar el valor que aportan los inmigrantes que van a trabajar a un país que no es el suyo y los trabajadores en general. "No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. Págale su jornal ese mismo día antes que se ponga el sol, porque está necesitado y su vida depende de su jornal", leyó.
También abogó por que no se deje de "velar por la buena integración" de esos inmigrantes que van a "trabajar y convivir" en otros países, al tiempo que pidió que se recuerde a aquellos a los que no se les puede "acoger" y "pasan hambre y miseria en tantos lugares de la Tierra, como las personas que viven en Haití" y han sufrido el terremoto del pasado 12 de enero. La solidaridad que ha demostrado la comunidad internacional con ellos "reconcilia" al hombre con su "condición misma" de ser humano, añadió.
El presidente no olvidó proclamar su "más sentido compromiso con los hombres y las mujeres" que "padecen, en estos tiempos difíciles, la falta de trabajo". "Todos ellos deben saber que no hay tarea de la que, como gobernantes, nos sintamos más responsables; que no hay tarea que nos acucie más que la de favorecer la creación del empleo", añadió el presidente del país europeo con una tasa más alta de paro, (18,8 por ciento), sólo por detrás de Letonia.
El Dios del Evanelio
Zapatero comenzó su intervención explicando que iba a hablar en castellano, "la lengua en la que por primera vez se rezó al Dios del Evangelio en esta tierra", una alusión que desató las risas del auditorio que le escuchaba.
Tras destacar el valor que la sociedad estadounidense otorga a la libertad religiosa, subrayó la "diversidad" que caracteriza a España, "la más multicultural de las tierras de Europa", por la que han pasado las civilizaciones "celta e ibera, fenicia, griega, romana, judía, árabe y cristiana, sobre todo cristiana, como la ha caracterizado desde Latinoamérica Carlos Fuentes".
Consideró que tanto España como Estados Unidos "deben mucho a quienes han venido de fuera". "No se entienden sin ellos, sin los que, a lo largo del tiempo, han llegado a nuestra tierra y, conviviendo, se han convertido en 'nosotros' en lo que somos", remarcó.
Pero la tolerancia, advirtió Zapatero, "es mucho más que la aceptación del otro; es descubrir, conocer y reconocer al otro". "El desconocimiento del otro está en la raíz de los conflictos que amenazan a la Humanidad y ponen en peligro nuestro futuro. El odio nace de la ignorancia y la concordia se construye sobre el conocimiento. También la paz", añadió.
La alianza
El presidente recordó que España "ya fue en el pasado ejemplo de convivencia entre las tres religiones del Libro, Judaísmo, Cristianismo e Islam, y hoy defiende en el mundo la tolerancia religiosa y el respeto a la diferencia; el diálogo, la convivencia de las culturas, la Alianza de las Civilizaciones", que él mismo lanzó junto con el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, y que hoy es una iniciativa asumida por Naciones Unidas.
Por ello, rechazó firmemente "las afirmaciones excluyentes de superioridad moral, el absolutismo o el fundamentalismo intransigente" y alertó de que "la utilización espuria de la fe religiosa para justificar la violencia puede ser enormemente destructiva", como España y EEUU han podido comprobar con los atentados del 11-S y del 11-M. Zapatero no olvidó tener un recuerdo para las "víctimas del terrorismo" porque, con ellas, se defiende "la libertad allí donde se ve amenazada".
Zapatero concluyó su discurso leyendo una cita de El Quijote, "la obra literaria más importante escrita en español". "Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos". "Que ese don siga iluminando a América y a todos los pueblos de la tierra", se despidió.