JxCat ha definido su consulta a la militancia para los días 6 y 7 de octubre, sobre si debe seguir formando parte del Govern, una cuestión que divide a los dirigentes del partido, después del 'no' de ERC a su última propuesta, en la que rebajó significativamente sus condiciones.
El último esfuerzo negociador entre el presidente catalán, Pere Aragonès, y el secretario general de JxCat, Jordi Turull, no sirvió para acercar posturas y salvar la coalición de gobierno antes de que se pronuncie la militancia de Junts.
Si no ha habido acercamiento, ha puntualizado Turull en rueda de prensa, ha sido porque JxCat ha "bajado dos o tres escalones" en sus condiciones, pero ERC "no ha bajado ninguno".
El viernes, JxCat envió un documento de máximos a Aragonès, en el que planteaba cuatro condiciones que ERC veía inasumibles -como la restitución de Jordi Puigneró como vicepresidente del Govern-, pero esto cambió ayer por la noche, cuando Turull envió una última propuesta en la que rebajaba sus pretensiones.
La exigencia de restituir a Puigneró había desaparecido y también fue suprimida la idea de que el "espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica del independentismo" -similar al Estado Mayor del procés que organizó en la sombra el 1-O- estuviese coordinado por el Consejo de la República, que lidera desde Bélgica el expresident Carles Puigdemont.
En la nueva propuesta solo se establecía que este nuevo Estado Mayor, previsto en el acuerdo de gobierno que firmaron ERC y JxCat en 2021, empezaría a reunirse antes del 15 de noviembre.
En cuanto a la mesa de diálogo, JxCat también rebajó sus posiciones: Turull renunciaba a formar parte de la delegación propuesta por su partido y acotaba los nombres a "miembros del Govern y de los grupos parlamentarios" de ERC y Junts, un gesto de aproximación a Aragonès, quien exige que solo haya consellers.
Sin embargo, la reculada en las condiciones de Junts llegó tarde y Aragonès ya no se abrió a negociarlas, a la espera de lo que decidan los militantes de JxCat en la consulta de esta semana.
Una consulta cuya pregunta ya ha fijado la dirección del partido: "¿Quieres que Junts continúe formando parte del actual Govern de la Generalitat de Cataluña?".
La pregunta, sin embargo, tiene una introducción que menciona los "incumplimientos" del acuerdo de gobierno y hace hincapié en que Aragonès "no ha aceptado" las propuestas de JxCat, un preámbulo que ha incomodado a sectores del partido favorables a seguir en el Govern, porque consideran que es una invitación a votar 'no'.
Aunque la formulación de la pregunta ha sido aprobada casi por unanimidad -44 votos a favor, una abstención-, en la dirección de JxCat hay una profunda división de pareceres sobre la respuesta.
Consellers como Jaume Giró o Victòria Alsina ya han expresado públicamente su apuesta por continuar en el Govern, una postura que comparten altos cargos y cuadros territoriales del partido, en muchos casos procedentes de la antigua Convergència y del PDeCAT, además de perfiles del entorno de Jordi Sànchez.
Nada que ver con el posicionamiento del sector que más énfasis pone en la estrategia de la confrontación con el Estado: diversas fuentes del partido sitúan a Carles Puigdemont y Laura Borràs en la apuesta por salir del Govern si ERC no cumple los acuerdos.
Jaume Alonso-Cuevillas, próximo a Borràs, ha renunciado a formar parte de la Sindicatura Electoral de la consulta para poder "explicitar" su posicionamiento a favor de "salir del Govern".
Antes de la consulta, Turull trasladará a las bases su postura, si bien diversas fuentes consultadas ya describen su evolución: antes del verano defendía continuar en el Govern, pero la negativa de ERC a hacer gestos de aproximación y la postura crítica con Aragonès de una figura emblemática del partido como Puigdemont lo han movido hacia posiciones más drásticas.
En el trasfondo de este debate subyace el peligro de fractura en el seno de JxCat, salga el resultado que salga de la consulta, si bien Turull ha asegurado hoy que no ve "riesgo de que se rompa" el partido y ha normalizado las discrepancias: "Somos gente plural y diversa, no somos una secta ni tenemos vocación de serlo".
Por su parte, la secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha urgido a JxCat a "aclararse y decidir" sobre su continuidad en el Govern, pero ha avisado de que, en el caso de que decida abandonarlo, los republicanos "están preparados para todos los escenarios, como gobernar en solitario".
Mientras tanto, la portavoz del PSC, Elia Tortolero, ha afirmado que el Govern "está roto", aunque los socialistas mantendrán su "mano tendida" para pactar los próximos presupuestos catalanes.