Holdren, licenciado en Física en la Universidad de Harvard, ha centrado sus estudios en las causas y consecuencias del cambio climático. Defiende políticas de desarrollo sostenible y ha realizado importantes aportaciones en el estudio de los peligros de las armas nucleares. Holdren será el máximo responsable de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca.
Obama ha prometido que la investigación en energías alternativas o la investigación médica estarán entre las prioridades de su Administración en el mismo discurso semanal en el que anunció la elección de Holdren.
“Hoy más que nunca, la ciencia tiene la clave para nuestra supervivencia como planeta y para nuestra seguridad y prosperidad como nación”, afirmó Obama. “Debemos poner de nuevo la ciencia en lo más alto de nuestras prioridades. Hemos de trabajar para devolver a Estados Unidos a su lugar de liderazgo en el ámbito de la ciencia y la tecnología”, agregó.
“De la llegada a la Luna a la secuencia del genoma humano o la invención de internet, Estados Unidos ha sido el primero en cruzar esa nueva frontera”, dijo el presidente electo.
En estos hitos, recordó, el Gobierno siempre ha desempeñado un papel importante fomentando esos logros y así lo podrá seguir haciendo en el futuro.
Tras semanas de intenso trabajo en Chicago confeccionando su Administración, Obama parece tener ya todo prácticamente listo para el traspaso de poderes, que ocurrirá el próximo 20 de enero. Así, ayer partió para unas breves vacaciones en Hawai, donde vive parte de su familia.
Por otra parte, el hecho de que Obama haya designado al pastor baptista Rick Warren para dirigir la invocación religiosa que acompañará a su investidura como presidente de los Estados Unidos ha despertado cierta curiosidad sobre el modo en el que Obama se ha acercado a los representantes más conservadores de la política y la sociedad del país.
Cabe la posibilidad de que Obama esté ganándose el apoyo de los moderados de derechas para conseguir el mayor respaldo posible para sus políticas más liberales. También puede ser que Obama esté intentando reconciliar diferencias fundamentales entre dos polos opuestos, anteponiendo su pragmatismo a la lucha ideológica. Una tercera opción que se maneja, más práctica, es que Obama está aplicando la mejor herramienta para cada problema: el duro carácter republicano en política exterior, la inteligencia demócrata en la crisis económica.
No obstante, fuentes del equipo de transición de Obama insisten en que “es absolutamente incorrecto” considerar a este político como asesor en firme. De hecho, Obama y Warren difieren en numerosos aspectos sociales, tales como el aborto o los derechos de los homosexuales.
