Castlebeck, empresa propietaria del hospital Winerbourne View, que trata a autistas e individuos con problemas de aprendizaje, se ha visto obligada a disculparse públicamente y ha despedido a trece miembros del personal.
Un equipo del programa de investigación "Panorama" filmó clandestinamente durante cinco semanas el trato recibido por algunos de los pacientes más vulnerables del centro.
En la filmación puede verse cómo algunos de ellos son abofeteados, llevados por la fuerza a las duchas totalmente vestidos y hostigados reiteradamente.
Andrew McDonnell, psicólogo clínico a quien se mostró la filmación, expresó a la BBC su horror y dijo que los malos tratos equivalían a "torturas".
La paciente objeto de abusos, una joven de dieciocho años, fue insultada, la tiraron de los pelos, le dieron patadas y le arrojaron encima agua fría mientras estaba vestida para castigarla.
Tratos como éstos prevalecían a finales de los años sesenta y es lo que hizo que el Reino Unido cerrase gradualmente los grandes hospitales donde los pacientes pasaban años, denunció el profesor Jim Mansell, de la Universidad de Kent, asesor del Gobierno en temas relacionados con el trato a personas vulnerables.
Un enfermero veterano declaró a la BBC: "He visto muchas cosas en treinta y cinco años, pero esto lo supera todo. Se trata de hijos, hijas, de gente que tiene familias... y éstas no saben lo que pasa dentro".
El hospital denunciado cobra al erario público 3.500 libras (más de 4.000 euros) por paciente a la semana y la empresa propietaria tiene un volumen anual de negocios de 90 millones de libras (104 millones de euros).