A punto de cumplirse 10 años de los atentados del 11-S, Nueva York homenajeó hoy a los perros que participaron en las labores de rescate
A punto de cumplirse 10 años de los atentados del 11-S, Nueva York homenajeó hoy a los perros que participaron en las labores de rescate en la "zona cero", donde pasaron semanas buscando a supervivientes entre los escombros de las Torres Gemelas.
"Durante aquellos terribles días, hubo héroes de dos patas, pero también de cuatro", afirmó a Efe Robin Ganzert, la presidenta del grupo de defensa de los derechos de los animales American Humane Association (AHS), organizador del acto en el que se rindió tributo a los más de 300 perros del 11-S.
Al evento, celebrado en el Club Nacional de las Artes de la Gran Manzana, acudió entre otras personalidades la actriz estadounidense Whoopi Goldberg, estrella de Hollywood conocida por su activismo en favor de los derechos de los animales.
Ganzert recordó que en la operación tras la tragedia del 11-S participaron unos 10.000 miembros de los servicios de emergencia y voluntarios y más de 300 perros que durante semanas peinaron los escombros en la "zona de cero" en busca de señales de vida.
"Después de esa primera fase, montamos una clínica veterinaria móvil para descontaminar a los animales del humo, el polvo y los escombros, y darles comida. Luego los perros fueron un apoyo más para las familias de las víctimas y los supervivientes", añadió la presidenta de AHS.
Ganzert subrayó que los "perros héroes" no se limitan a los que pertenecen a las unidades especiales de búsqueda y rescate de los servicios de emergencia, y mencionó también a los que se emplean para terapias por traumas psicológicos y a los lazarillos en situaciones de crisis.
De todos ellos destaca la hazaña de Roselle, que el día de los atentado fue capaz de guiar a su dueño ciego y a un compañero de trabajo a bajar 78 plantas completamente a oscuras 15 minutos antes de que se derrumbara una de las Torres Gemelas del World Trade Center.
"No ladró ni se quejó una sola vez, ni siquiera cuando tropezaba contra los bomberos que subían por los mismos escalones", recuerda su propietario Michael Hingson, según un comunicado de la organización, que se dedica desde 1916 a defender los derechos de los animales en Estados Unidos.
El único perro que murió el 11-S fue Sirius, un labrador cuyo dueño, el policía Daniel Lim, metió en una caseta cuando el primer avión se estrelló contra las Torres Gemelas y salió a toda prisa a investigar. Cuando la primera torre se derrumbó, Lim pudo ser rescatado pero Sirius pereció aplastado por los escombros.
"Hacen tanto por nosotros en nuestras vidas cotidianas que queremos homenajearles como los héroes que son (...) Nos sentimos muy orgullosos de poder estar esta semana en Manhattan para rendir tributo a los perros que fueron héroes durante y después del 11-S", sentenció la presidenta de AHS.