Las palabras del capitán cobarde se escuchará en Sevilla. Será en la Sala Custom el próximo viernes. De este modo Albertucho actuará en su tierra, rodeado de su banda al completo. Su próximo disco, según explicó, será “menos trágico, con mucho humor y sarcasmo en las letras, muy acústico y con influencias del folk y el blues”.

¿Qué nos tiene preparado para su inminente concierto en Sevilla?

–Será un concierto parecido al que hice en el Rock in Río, y siendo en mi tierra, seguro que será muy emotivo y especial. En Sevilla es donde más me gusta actuar, es mi tierra y me encuentro muy a gusto. Tanto la banda como yo lo daremos todo.

¿Hacia dónde evoluciona su música?

–El Tom Waits de sus primeros discos no es el de RainDogs, ni el de Mule Variations. Tampoco el Bob Dylan de su debut es el mismo de Blonde OnBlonde. Un músico evoluciona según pasan los años, al ganar experiencia, descubrir nueva música y conocer mundo. Cuando empecé en al música mi estilo era, digamos, más duro, el rock era protagonista casi exclusivo en mis trabajos pero el tiempo y el ir conociendo nuevos estilos musicales me hace evolucionar hacia lo que me gusta en cada momento. Ahora oigo mucho folk, soul, blues y rockabilly. Yo no hago Pop ni Punk, yo hago canciones sin preocuparme del estilo, porque al ir componiéndolas cobran vida y van de un estilo a otro dependiendo de la misma canción y el momento en que la creo. El folk me tiene atrapado últimamente, me identifico mucho con él.

No he repetido productor musical en ninguno de mis cuatro discos, esto es una prueba de que siempre voy buscando cosas nuevas y evolucionar.

¿Como ve el panorama musical sevillano?

–Estoy muy apenado y preocupado por el cierre de la sala Malandar. Mi primer concierto en Sevilla fue en esa sala, cuando su nombre era Weekend. Me trae muy buenos recuerdos y soy consciente de que me ayudó mucho en los principios de mi carrera poder actuar en un espacio así. Ojalá los políticos recapaciten y sean justos con este tipo de locales que promocionan a los músicos emergentes y les dan la oportunidad de desarrollarse y entrar en contacto con el escenario y el público.

La industria musical ha cambiado radicalmente, hoy en día nadie vive de vender discos, las actuaciones en directo son más importantes que nunca, por eso me preocupa tanto el cierre de Malandar. Vivo en la carretera, haciendo kilómetros en la furgoneta e intentando tocar todo el año y siempre estoy de gira por todo el país, tanto en festivales como en grandes salas con la banda o en bares y espacios mas pequeños, con el formato de trio.

¿Cuáles son sus referentes musicales?

–Estoy atrapado en los clásicos, como Dylan o Lou Read, pero mi referente principal siempre ha sido Silvio. Mi pena es no haberlo conocido en persona, lo he versionado a veces y eso que yo no suelo hacer versiones. En todos mis conciertos lo nombro, está siempre presente de alguna forma. Para mí Silvio representa la pureza, es la expresión más pura de la música, sin tonterías, hacía lo que le salía de dentro sin pararse a pensar si gustaría o no, y eso es lo que hacen los genios. Mi primer gran concierto en Sevilla coincidió con un homenaje que le tributaron en el Auditorio en 2002 y yo fui allí a repartir publicidad de mi concierto.