La asociación Sevilla se mueve ha reiterado hoy su apoyo a la Torre Pelli y ha dicho que la amenaza de que la ciudad pierda la categoría de Patrimonio de la Humanidad si se construye el rascacielos la devuelve "a la casilla de salida" de su imagen contemporánea.
En un comunicado, el presidente de la asociación, José María Bascarán Estévez, lamenta que en Sevilla haya sido habitual que, ante cualquier avance o progreso, "unas pocas voces pseudoautorizadas hayan decidido a puerta cerrada su devenir".
Ante la amenaza de que la Unesco retire la calificación de Patrimonio de la Humanidad a la catedral de Sevilla, el Alcázar y el Archivo de Indias, Sevilla se mueve lamenta que "la mayor inversión privada de la ciudad se pueda ir al traste tan solo porque unas pocas personas con influencia han decidido que Sevilla no merece progresar".
"Nos invade una sensación de impotencia ante la posibilidad de que el proyecto que con tanto amor ha realizado César Pelli para nosotros pueda verse paralizado, o peor, desvirtuado", afirma el comunicado en referencia al intento del Ayuntamiento de que se rebajen las 43 plantas previstas.
Ello se debe a que "estamos ante un proyecto de gran valor que conjuga la horizontalidad de los edificios con la verticalidad de la torre, en una armoniosa belleza que bajo ningún concepto debe ser decapitada".
Añade que cuando el comité de la Unesco, en julio de 2010, dijo que la torre no afectaría a los tres monumentos Patrimonio de la Humanidad, "entendimos que toda esta vorágine de declaraciones llegaba a su fin", pero dos años después "vemos con tristeza que se insiste en negar a esta ciudad milenaria lo que nunca se ha producido en el mundo con ninguna otra: su avance".
Sevilla se mueve asegura que "mentira sobre mentira, desde diferentes plataformas se han ido creando falsas razones para que no se construya este bello proyecto" y finalmente la organización Icomos España, cuyo informe va a ser presentado a la Unesco, "se ha caracterizado por la elaboración de informes sesgados y llenos de subjetividad".
Por ello, expresa su "indignación" y pide al alcalde Juan Ignacio Zoido (PP), "un mínimo de coherencia para con la ciudad y el pensamiento mayoritario de sus ciudadanos", así como "un alto grado de seguridad jurídica y urbanística", que "parece venirse abajo".
"Una vez que Sevilla despertaba de su letargo de siglos y comenzaba a hacerse un nombre no solo por su milenario patrimonio sino también por su nueva imagen contemporánea, vemos que la ficha con la que jugábamos vuelve a la casilla de salida", sostiene Sevilla se mueve.