Así lo ha expresado la canciller alemana en una entrevista a varios periódicos europeos, entre los que ha estado 'El País', que se publica un día antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acuda a Berlín para su primera entrevista con Merkel desde que llegó a La Moncloa.
A juicio de la canciller, los cambios en la legislación laboral y las privatizaciones, entre otras reformas estructurales, son maneras de "soltar frenos al crecimiento" que "apenas" necesitan de recursos económicos.
En la entrevista, la dirigente alemana insiste en que la legislación laboral "tiene que flexibilizarse" especialmente "donde se alzan barreras demasiado elevadas para los jóvenes" y cita expresamente el caso de España, donde "más del 40% de los jóvenes están desempleados", entre otras cosas debido a "la legislación", argumenta.
"GRAN RESPETO POR LOS ESFUERZOS" DE ESPAÑA
Merkel asegura que esto no es un "reproche" a España y asegura tener un "gran respeto por los esfuerzos" que está realizando el Gobierno para "introducir reformas", pero insiste en la necesidad de cambios y apunta que, en Europa, los países deben aprender "los unos de los otros". "Otros países, como por ejemplo Alemania o los países europeos orientales, ya acometieron en su día arduas reformas en el mercado laboral", remacha.
Para la canciller, "no tiene sentido" que se prometa "más y más dinero" sin que se combatan "las causas de la crisis". "Hemos de abordar y resolver los problemas sin paños calientes", agrega.
Merkel reconoce en la entrevista que en la Unión Europea ya hay una "posición común" en cuestiones de disciplina presupuestaria y reducción de la deuda, pero recalca que "eso no basta" y defiende que también se necesita "más crecimiento y empleo".
Dicho esto, puntualiza que al hablar del impulso al crecimiento no se puede pensar exclusivamente en "costosos programas de reactivación coyuntural", que "tuvieron sentido en la primera crisis".
DINERO PARA "OBJETIVOS ÚTILES"
Ahora, argumenta, habrá que hacer "un peinado exhaustivo de los fondos europeos", donde hay "recursos por consignar" que, a su juicio, deben destinarse "sistemáticamente" a medidas que promuevan el crecimiento y el empleo, entre las que cita ayudas para pymes y emprendedores, programas de empleo para jóvenes y fondos de investigación e innovación. "Alemania está dispuesta a utilizar los fondos estructurales para estos objetivos útiles", asegura.
Merkel afirma que Alemania quiere ayudar a los socios europeos que pasen por dificultades, y recuerda que su país está detrás de "la idea" del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), pero apunta que se hará "en la expectativa de que también ellos mismos realicen los esfuerzos necesarios para mejorar su situación".
Al mismo tiempo, recalca que hay que "ayudar" sobre la base de los tratados de la Unión Monetaria, que "establecen taxativamente que ningún país puede responder de las deudas de los demás".
NO A LOS EUROBONOS
Por otra parte, Merkel vuelve a expresar su rechazo a los eurobonos como solución a la crisis de deuda y defiende que antes de hablar sobre una mayor responsabilidad comunitaria hay que conseguir "un grado de integración mucho más profundo en Europa".
Esto significa, afirma, que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tenga la obligación de controlar los presupuestos nacionales, "entre otras muchas cosas".
En la entrevista, la canciller también hace un llamamiento para "enterrar los viejos estereotipos", que hablan de "los alemanes, los polacos, los franceses, los españoles y los griegos" como si se supiera "todo sobre su forma de ser". "Hay alemanes vagos y alemanes trabajadores", apunta.
Merkel se declara convencida de que Europa tiene "mucho que darle a la gente que la habita y también al mundo", a travé de "su democracia, sus derechos humanos, sus ideales de libertad y sus valores", pero también hace hincapié en que el "sentimiento europeísta" que le "impulsa y guía" no es "suficiente para proporcionar bienestar y empleo a las personas".
"Tenemos que trabajar por ello todos los días", afirma la canciller. "No quiero una Europa que sea un museo donde se arrumbe todo lo que algún día fue bueno, sino una Europa que tenga éxito creando cosas nuevas", remacha.