Miles de egipcios están celebrando este miércoles en la plaza Tahrir de El Cairo el primer aniversario de la revolución que derrocó al presidente
Miles de egipcios están celebrando este miércoles en la plaza Tahrir de El Cairo el primer aniversario de la revolución que derrocó al presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero de 2011. Mientras unos han abogado por llevar a cabo otra revuelta contra el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna el país actualmente, otros han aplaudido los cambios políticos realizados.
Ya ha pasado exactamente un año desde el comienzo las protestas inspiradas por la revuelta de Túnez. Activistas impulsores de la 'Revolución del 25 de Enero' preocupados por la posibilidad de que los militares estén impidiendo las reformas para proteger sus intereses van a ir caminando hasta la plaza Tahrir para reclamar que el Consejo Supremo, que sustituyó a Mubaraj, entregue el poder a políticos civiles.
"Abajo el régimen militar" o "Revolución hasta la victoria, revolución en todas las calles de Egipto" son algunos de los lemas que han coreado los manifestantes en Tahrir.
Pero entre los grupos que se oponen a una nueva revuelta están los partidos islamistas que han triunfado en las recientes elecciones legislativas. Farid Ismail, miembro del Partido de la Libertad y la Justicia (de los Hermanos Musulmanes), la formación que más escaños tiene en el Parlamento, ha declarado: "Hoy celebraremos la revolución como un logro del pueblo, pero también presionaremos para que se cumplan el resto de las demandas de la revolución".
TENSIÓN
Este martes ya se notaba la tensión en Tahrir, donde habían empezado a congregarse cientos de personas que montaron tiendas de campaña. "El Consejo militar es Mubarak", opinó Amr al Zamlout, un hombre de 31 años que llevaba una pancarta que denunciaba que "No ha habido un cambio" y expresó su deseo de derrocar al régimen militar.
En cambio, Mohamed Othman, que trabaja como contable, subrayó que Egipto necesita estabilidad, no más protestas, para que la economía se pueda recuperar. "En cualquier caso, el Consejo va a dejar el poder. Desde luego que la revolución es incompleta, pero eso no significa que debamos perturbar la vida cotidiana", dijo a los manifestantes, que se enzarzaron en una discusión con él.
TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA
El Consejo Supremo, encabezado por el mariscal de campo Mohamed Husein Tantawi, ha asegurado que este órgano cederá el poder a finales de junio a un presidente elegido en las urnas, con lo que concluirá el proceso de transición a la democracia.
Sin embargo, los defensores de la democracia recelan de la junta militar y consideran que el gran número de juicios marciales celebrados y el uso de la violencia contra manifestantes demuestran que el Ejército también gobierna de forma autocrática.
Tantawi, que fue ministro de Defensa de Mubarak durante dos décadas, volvió a defender a los militares de esas acusaciones en un discurso televisado. "La nación y las Fuerzas Armadas tienen un objetivo: convertir Egipto en un Estado democrático", recalcó este martes.
Recientemente, el Consejo Supremo indultó a unas 2.000 personas condenadas en tribunales marciales desde el derrocamiento del presidente, y el martes anunció un levantamiento parcial del estado de emergencia.
Aun así, se mantiene una cláusula que establece que las normas del estado de emergencia se podrán aplicar en casos de "gamberrismo", un término vago sobre el que Estados Unidos ha pedido una aclaración y que ha motivado las críticas de organizaciones de Derechos Humanos.