El 74% de los diputados, es decir, 261 de los 350 que conforman el Congreso, ha renunciado a que la Cámara pague la conexión de Internet (ADSL) en sus domicilios, pero sólo el 14% de sus señorías (51) ha rechazado el abono de taxi que la Cámara pone a su disposición.
Al inicio de la legislatura, el Congreso ofreció a cada uno de los diputados electos un 'kit tecnológico' que consta de un teléfono móvil de última generación, un iPad, el ordenador del escaño, el del despacho y una línea ADSL en su domicilio.
Sin embargo, tres de cada cuatro diputados (261 de los 350 parlamentarios) han decidido renunciar al abono de Internet en sus casas, entre ellos todos los de Podemos y sus confluencias (65), Ciudadanos (40) y Democràcia i Llibertat (8).
CASI TODOS LOS DE PP Y PSOE
Según los datos del Congreso a fecha de 10 de marzo, adelantados esta semana por la web Sueldos Públicos, también han declinado el ADSL 67 de los 119 diputados del PP (el 56,3% del total) y 59 de los 89 del PSOE (66%).
En Esquerra Republicana (ERC), sólo uno de los nueve diputados que conforman el grupo parlamentario ha aceptado que la Cámara Baja se haga cargo del pago de Internet en su domicilio. Además, la mitad del PNV y 11 de los 14 componentes del Grupo Mixto han dicho 'no' a la oferta del Congreso.
Asimismo, al inicio de la presente legislatura, el Congreso ofreció a sus señorías una tarjeta personalizada que permite abonar el servicio de taxi en la ciudad de Madrid con un límite anual de 3.000 euros.
Esta prerrogativa la han utilizado casi todos los diputados, 299 de los 350. Teóricamente, el abono de taxi se ofrece a los diputados que no disponen de coche oficial, lo cual no encaja con las cifras facilitadas.
¿TAMBIÉN TIENEN TAXI LOS QUE TIENEN COCHE OFICIAL?
Así, el Congreso dice que lo han solicitado todos los diputados de Ciudadanos, ERC, DL o PNV, y en cambio todos los grupos tienen un coche oficial para su portavoz. También se indica que todos los diputados del PP salvo tres han pedido la tarjeta, cuando hay más de tres con coche oficial --lo tienen reservado miembros del Gobierno, integrantes de la Mesa y portavoces de grupo--.
En principio, sólo ha renunciado a la tarjeta un 14% de los diputados (51 de los 350), de los que 48 son de Podemos y tres del Grupo Popular. El grupo parlamentario que preside Pablo Iglesias prometió nada más constituirse las Cortes que todos sus diputados renunciarían a esa tarjetas, si bien hay 17 que no lo han hecho.
La entrega de esta tarjeta de taxi no supone un gasto de 3.000 euros anuales por cada diputado porque su uso es finalista, esto es, el Congreso sólo abona los viajes que el parlamentario realice hasta el límite máximo establecido. Por tanto, el Congreso gastará como máximo 897.000 euros al año en taxis.
Además del taxi, el Congreso cubre a los diputados los gastos de transporte en medio público (avión, tren, automóvil o barco), así como los gastos derivados del aparcamiento en las estaciones de tren y aeropuertos. Se trata de un reembolso de gasto, es decir, no se facilita una cantidad al parlamentario, sino que se le abona directamente el billete a la empresa transportista.
Si lo que usan es su propio automóvil para el cumplimiento de sus funciones parlamentarias, se les abona 25 céntimos por kilómetro así como, en su caso, los importes de los peajes de autopistas, siempre con la debida justificación.