M.R.V., testigo principal en el juicio que investiga el asesinato de Ingrid Visser y Ludewijk Severin en Murcia en 2013, ha reconocido que Juan Cuenca, presunto cerebro del crimen, le facilitó las características de los dos integrantes de la pareja de holandeses para identificarlos cuando los recogió con su coche para trasladarlos hasta la casa rural en la que tuvieron lugar los asesinatos.
De esta manera, la testigo ha contradicho la versión de Juan Cuenca, que ha defendido a lo largo de todo el juicio que solo esperaba la llegada a la casa rural de Severin, con quien mantenía negocios.
"Claro que sí, Cuenca me pidió que pasara a recoger a dos personas, una mujer alta y un hombre bien vestido", ha asegurado la testigo durante la sexta sesión del juicio y a preguntas de la fiscal. El encuentro debía producirse el 13 de mayo de 2013, a las 20.30 horas, en la puerta del club de voleibol del que Cuenca era gerente y en el que había jugado Visser.