La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha explicado este viernes que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha despejado su agenda para atender a la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha rechazado "taxativamente" un adelanto electoral.
En rueda de prensa, Budó ha explicado que Torra ha replicado de este modo a la propuesta de fijar un calendario electoral que los comuns han puesto sobre la mesa de partidos con representación en el Parlament, que se ha llevado a cabo en el Palau de la Generalitat y la que solo han acudido JxCat, ERC, PSC-Units y los comuns.
Budó ha dejado claro que la mesa que fija el posicionamiento del Govern en la negociación con el Gobierno central para desencallar el conflicto político es la que se reunió el miércoles y que congregó a los partidos independentistas --JxCat, ERC y la CUP-- y las entidades Òmnium y ANC.
"Esta (la de este viernes) no es la mesa de diálogo que fije las posiciones en una mesa de negociación con el Gobierno. Esta se creó para facilitar acuerdos sobre grandes temas de país", ha dicho en referencia a que afloró de una propuesta de resolución presentada por el grupo socialista y aprobada por el Parlament con ese objetivo.
En esta reunión, JxCat ha pedido que la primera reunión entre ejecutivos tiene que contar con garantías y ha planteado que se sustancien en la figura de un mediador, a lo que Budó ha respondido: "Desde el Govern queremos definir conjuntamente con el resto de actores los contenidos, las condiciones y las garantías de la mesa de negociación".
Por eso, ha adelantado que, si entre los partidos y las entidades independentistas surge el consenso de que esas garantías deban concretarse en la figura de un mediador, desde el Govern estarán "de acuerdo".
"Entendemos que debe haber alguna figura que garantice todo lo que se produzca en la mesa de negociación", ha añadido, para un diálogo entre gobiernos que en su última intentona --que tuvo el punto culminante en la declaración de Pedralbes de 2018-- naufragó precisamente por la figura del relator.
CONSENSOS EN EL CONFLICTO
De la reunión de este viernes, la consellera destaca el consenso de todas las fuerzas asistentes en "el reconocimiento de que el conflicto catalán es un conflicto político" y, pese a que ese extremo ya estaba acordado y se había hecho público, ha destacado que es importante que fuerzas que estén distanciadas en cómo resolverlo reconozcan que existe.
"Si nos remontamos a unos meses, en la precampaña electoral, era difícil este reconocimiento de que fuera un conflicto político. Se hablaba de un problema de convivencia", ha subrayado.