Un año después de decretarse el estado de alarma, varios miles de muertos más tarde, podríamos decir que hemos aprendido a cuidarnos de los idus de marzo –hoy es 15 de marzo- a base de desengaños. El pesimismo defensivo resulta muy útil cuando en nuestra historia como pueblo andamos sobrados de malas experiencias. Es decir, poniéndote a priori en lo peor, reduces las expectativas, inviertes menos energía, controlas mejor la ansiedad y, a la postre, es más fácil llevarte sorpresas agradables. La Jaén de los 56.000 parados, que converge por decreto con Europa sólo para aminorar la tasa plana de sus ayudas de la PAC al formar parte de las regiones agrarias españolas más productivas, pero que no confluye ni en PIB ni en infraestructuras con el resto de la UE avanzada, acaba de asistir a una semana de evocaciones constantes a la trascendencia que van a tener los fondos Next Generation del Plan de Recuperación para sacarla del atraso. Pura milonga. Idos a los idus. Se sucedieron reuniones de los CES -provincial y local-, de la ITI de la Junta y hasta de Paco Reyes con Miquel Iceta en una Villa y Corte que hiperventilaba al adquirir tintes de sainete preelectoral la enésima crisis entre el PP de Isabel Díaz Ayuso y el Cs de Ángel Garrido. La onda sísmica del terremoto de Madrid, cuyo epicentro primigenio se situaba a más de 400 kilómetros en la Murcia del pimentonazo -versión revisada del tamayazo de 2003-, obligó a Juanma Moreno y Juan Marín a hacer pública reafirmación de estabilidad, pese a que su colaborador necesario , Vox, negara la mayor exigiendo, asimismo, comicios anticipados. ¡Cuán efímera es la gloria de los actores secundarios!
El partido de Inés Arrimadas se desangra. Ante posibilidad cierta de una entente PSOE-Cs en su tierra, el ‘2’ del PP nacional, Teo García Egea, hacía un llamamiento a acoger a cuantos cargos naranjas quisieran pasarse a las filas populares. Por lo pronto, los tres diputados de Ciudadanos que contravinieron los planes de su partido en Murcia ya son consejeros del gobierno autonómico. En Linares, el omnipresente Juan Bravo, cuentan, habría sondeado el fichaje del alcalde Raúl Caro. Fran Hervías, el señor Lobo de ‘Pulp Fiction’, ‘soluciona problemas’, otrora mano derecha de Albert Rivera, opositor acérrimo –de puertas adentro- de Juan Marín, tira la toalla. Idos a los idus: “Tras 15 años de militancia en Cs, ha llegado el momento de decir adiós. Hoy, Ciudadanos se ha convertido en una muleta más del sanchismo”. Ya sabíamos que el vicepresidente de la Junta no haría ascos a concurrir electoralmente junto al PP. Seguramente tampoco sería una obstáculo insalvable para Miguel Moreno y quienes le acompañaron no hace tanto en su travesía, pero varios cargos públicos de Cs en Jaén no emularían el gesto bajo ningún concepto. ¿Qué será ahora de María Cantos, Mónica Moreno o Ildefonso Ruiz?
Sólo naranjitos se sumaron oficialmente a la caravana de protesta del 7-M. El resto del arco político jaenero hizo caso omiso. Ni hubo adhesión ni ninguno de sus dirigentes participó en la marcha. En espera del dictamen de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Jaén, las acciones judiciales (en solitario) anunciadas por el grupo municipal que lidera María Cantos contra el ninguneo del Gobierno de España en el desenlace del Colce se subsumirían en todo caso en las que emprenda finalmente el Consistorio. Ni fake ni pollas. La respuesta de Moncloa a la petición unánime de explicaciones se antoja, a todas luces, insuficiente, rayana en la bobaliconería: “la elección de la provincia de Córdoba es el resultado de un proceso largo y detallado en el que también se valoraron las candidaturas de Jaén y Toledo (…) y la decisión final se tomó atendiendo a criterios técnicos. Apreciando sus opiniones, que permiten al Presidente conocer de primera mano las inquietudes de los ciudadanos, le enviamos un cordial saludo”. Idos a los idus.
De los idus de marzo a San José, ‘Día de la Provincia’, con el reconocimiento de Diputación a los esenciales, a 7 días de Semana Santa y el desconfinamiento perimetral de las provincias andaluzas, desde el pesimismo defensivo de no salir aún de la Comunidad, a los deberes del PP de San Clemente para convocar el congreso provincial en mayo en torno a las dichosas incompatibilidades, o sea, a la disyuntiva Erik/Juan Diego, y hasta el relevo que se gesta en la Delegación del Gobierno en Andalucía porque -dejan caer- a la granadina Sandra García, promovida en su día por Susana Díaz, le falta empaque para ser contrapeso de San Telmo. Pedro Sánchez llama a Juan Espadas a Ferraz. El otro Pedro Sánchez, el de Bagá, también lo sentó a su mesa, días pasados, junto a los alcaldes de Jaén, Julio Millán, y Huelva, Gabriel Cruz. Terna de colegas, amigos de antaño, haciendo piña con el agraviado. Buen provecho.
