La Policía Local de O Porriño (Pontevedra) y la Guardia Civil han detenido a un vecino de la localidad, de 26 años, como presunto autor de los delitos de detención ilegal y agresión sexual tras haber retenido durante seis días contra su voluntad a una mujer, la cual ha sido liberada.
La liberación, según ha informado este martes el Ayuntamiento de O Porriño, se desencadenó a las seis y media de la mañana de ayer, lunes, momento en que el 112 Galicia recibió la llamada de una mujer que había encontrado una nota manuscrita en la que la presunta víctima decía estar retenida en una vivienda cuya dirección facilitaba.
Al parecer, la víctima se las había ingeniado para deslizar al exterior de la vivienda dos notas manuscritas en las que pedía ayuda y también aportaba datos de su captor.
Al lugar se desplazaron de inmediato seis agentes de la Policía Local y una patrulla de la Guarda Civil y, tras realizar las primeras pesquisas, comprobaron que la dirección y los datos facilitados por la víctima coincidían con los de un varón sobre el que pesaban varios órdenes de busca y captura emitidas por distintos juzgados de la provincia así como una orden de ingreso en prisión.
De hecho, al detenido se le atribuye la autoría de un hecho similar en un ayuntamiento vecino sin que en su momento consiguiese la Policía detenerlo.
Los agentes desplazados a la vivienda accedieron a ella tumbando la puerta con un ariete, dado que la mujer había advertido en la nota manuscrita que si su captor se percataba de la presencia policial podría matarla.
Ya en el interior, los agentes encontraron a un hombre durmiendo en la cama y lo detuvieron inmediatamente sin darle tiempo a reaccionar.
Por su parte, la presunta víctima estaba “aterrorizada” y “en estado de nerviosismo” y presentaba diversos hematomas por todo el cuerpo que, según su testimonio, se los produjo su captor cuando trató de mantener relaciones sexuales con ella.
La mujer, que contó que llevaba retenida desde el pasado 19 de julio, fue trasladada en ambulancia al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde se inició el protocolo de agresiones sexuales, por lo que fue reconocida por un médico forense.
Después, presentó denuncia de unos hechos que pueden suponer hasta 20 años de prisión para el presunto autor, el cual fue puesto a disposición judicial.
