Esta iniciativa ha salido adelante en medio del conflicto existente entre la Administración gallega y el Ejecutivo central
El Parlamento de Galicia ha aprobado este miércoles con los únicos votos a favor del grupo mayoritario del PPdeG una proposición no de ley, presentada por este mismo partido, en la que se pide a la Xunta que demande del Gobierno del Estado la “adecuación de la legislación orgánica en materia de salud pública” para una mejor gestión de la pandemia de covid-19.
Esta iniciativa ha salido adelante en medio del conflicto existente entre la Administración gallega y el Ejecutivo central por el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Estado contra la reforma de la ley de salud de Galicia, cuyo contenido ha quedado suspendido en parte por el Tribunal Constitucional.
A esta situación hace alusión el texto de la propuesta aprobada esta mañana, que reclama al Gobierno que mientras no actualice la normativa “desista de solicitar la suspensión” de esta reforma legal para que Galicia cuente con herramientas para gestionar la pandemia.
En la actualidad, según el parlamentario del PPdeG Miguel Tellado, el Gobierno ha abdicado de sus responsabilidades y ha derivado la gestión de esta crisis, primero en las Comunidades autónomas, y ahora “en los tribunales”, lo que “atenta contra la más elemental separación de poderes”.
“El Gobierno de Sánchez ha convertido el Tribunal Supremo en un tribunal de guardia. Ese es el respeto que el Partido Socialista le tiene a la justicia española”, ha sostenido Tellado.
Por este motivo, la iniciativa aprobada insiste en “proporcionar a las autoridades sanitarias competentes el mejor marco jurídico posible para afrontar las situaciones presentes y futuras de riesgo grave para la salud pública”.
El portavoz del PPdeG ha defendido que la reforma sanitaria aprobada en Galicia asegura una “actuación proporcionada” y garantiza tanto la “seguridad jurídica” como los “derechos” de los ciudadanos, por lo que ha criticado que la oposición gallega, BNG y PSdeG, se haya puesto “del lado de los negacionistas de Vox” al rechazarla.
“Nuestra ley restringe y regula el ejercicio del poder”, ha reiterado Tellado, que también ha considerado que regula adecuadamente una desescalada “que sigue hoy siendo necesaria” frente a un Gobierno central que “ni legisla ni deja legislar”.
El PPdeG ha tramitado en solitario su proposición no de ley después de no aceptar ninguna de las enmiendas presentadas por la oposición, que, frente a las alabanzas de Tellado, ha criticado que la reforma sanitaria propugnada por la Xunta restringe derechos y libertades sin avanzar en cuestiones sanitarias.
Iria Carreira, del BNG, ha apoyado que el Estado “acometa, cuanto antes, los cambios normativos necesarios en la legislación orgánica para que las Comunidades autónomas tengan plena competencia para la gestión de la totalidad del sistema sanitario, incluidas situaciones de emergencia y de riesgo grave para la salud pública como la actual ocasionada por la covid-19 con plenas garantías y seguridad jurídica”.
Sin embargo, y a pesar de compartir que las herramientas de las que dispone Galicia “a día de hoy no son suficientes”, su grupo no ha apoyado la propuesta del PPdeG por entender que la reforma practicada solo pone encima de la mesa “medidas de carácter restrictivo y punitivo”.
Por su parte, el PSdeG ha llamado, sin éxito, a resolver los problemas entre Xunta y Estado en una comisión bilateral “que resuelva los problemas de encaje dentro del marco legal existente” de la nueva ley de salud, a la vez que ha pedido a la Xunta que mantenga la “lealtad institucional” para “el mejor control posible de la pandemia”.
“No es aceptable decir que no tenemos mecanismos”, ha trasladado el diputado Julio Torrado, que ha incidido en que “para limitar derechos y para limitar libertades” tiene que mediar siempre “autorización judicial” o condiciones excepcionales como el estado de alarma.
El parlamentario socialista se ha preguntado “qué votaría el PP si hoy se pidiera prorrogar el estado de alarma” y le ha reprochado a los populares su frivolidad y beligerancia a la hora de utilizar esta pandemia para confrontar con el Gobierno central.