La Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT Granada prevé que se desplacen desde la provincia a la campaña de la vendimia francesa cerca de 4.000 trabajadores, cifra en torno a un 25 por ciento superior a la registrada en los últimos años, cuando fue de en torno a 3.000.
Los primeros vendimiadores han empezado a desplazarse en esta segunda quincena de agosto hacia la zona la zona sur francesa, en un año marcado por las altas temperaturas y el inicio de la recolección antes que en veranos anteriores.
Permanecerán en el país vecino entre 20 y 25 días, según han detallado desde UGT en una nota de prensa este jueves. También hay algunos grupos que realizan la vendimia más temprana y luego se trasladan a zonas con recogida tardía, pudiendo permanecer en territorio francés entre 40 y 50 días.
Al efecto, el sindicato ha impartido, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un taller informativo con trabajadores de Montejícar, en Los Montes, en el que se les ha facilitado asesoramiento en todo lo relacionado con la vendimia francesa.
Así, han podido conocer en profundidad aspectos como las condiciones de trabajo a las que tienen derecho, en función del su convenio colectivo de aplicación, el salario que van a percibir o las prestaciones a las que pueden acceder.
La retribución nunca podrá ser inferior al salario mínimo interprofesional de crecimiento, el cual se fija en 11,52 euros por hora para 2023 en Francia. También se destaca que en el país vecino, la jornada laboral es de 35 horas semanales, y que, al superarlas, se cobran horas extraordinarias.
En este contexto, UGT ha criticado "la paradoja que supone que los cupos para trabajar en las campañas agrarias en el país vecino se cubran de inmediato", mientras que en la provincia, "los empresarios agrarios se quejan de que no encuentran temporeros" y "tienen que recurrir a mano de obra extranjera para completar los cupos".
Mientras tanto, han resaltado desde el sindicato, "el convenio colectivo del campo de Granada sigue sin firmarse". "Esta afluencia es síntoma de un agravio comparativo entre las condiciones laborales que rigen en los dos países, obviamente a favor de Francia, pues nadie se marcha a trabajar a otro país por gusto, dejando su entorno conocido y su familia, por lo que el sector agrario debería recapacitar ante esta paradoja", han remachado.