El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha finalizado una de las dos obras de emergencia que se ejecutan desde mayo en la carretera N-340a entre Almería y Aguadulce, conocida como El Cañarete, a causa de los desprendimientos sobre la vía, por lo que se espera que el tráfico se pueda restaurar sin afectación de ninguna clase "en las próximas fechas".
Así lo ha señalado en una nota el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, quien ha visitado las obras que todavía se mantienen y que obligan a un tráfico alterno en un único carril a la altura del camping de El Palmer.
El subdelegado ha recordado que en El Cañarete se han realizado, con las dos que están a punto de finalizar, un total de cinco obras de emergencia desde 2019. Las primeras se realizaron tras los desprendimientos de rocas que tuvieron lugar el 31 de diciembre de 2019 y se cifraron en 640.000 euros.
Las segundas se aprobaron tras producirse nuevos desprendimientos en septiembre de 2020 y contaron con un presupuesto de 2,57 millones de euros. Por su parte, las terceras obras de emergencia se aprobaron tras las lluvias torrenciales registradas el 22 de octubre de 2021 y se cifraron en algo más de 300.000 euros.
Las dos últimas obras de emergencia, una por valor de 1,2 millones de euros y otra cifrada en 690.000 euros, se aprobaron la pasada primavera tras los desprendimientos ocurridos en abril y mayo, ocurridos después de temporales de lluvia y viento que causaron la caída de rocas de varias toneladas sobre el asfalto.
En total, en las distintas actuaciones de emergencia realizadas en El Cañarete, el Mitma ha invertido desde 2019 más de cinco millones de euros. Por otra parte, en abril se adjudicaron obras para mejorar los sistemas de protección en la carretera, valorados en 689.000 euros.
Estos trabajos incluyeron actuaciones en zonas cercanas pero no en las que se produjeron los últimos desprendimientos, por lo que los distintos trabajos se han acometido de forma paralela y simultánea.
Por otra parte, Carreteras ha realizado en El Cañarete un estudio geotécnico que ha determinado las zonas de riesgo alto, medio y bajo en las que también deberá actuarse. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana trabaja ya en estas órdenes de estudio. Actualmente, Carreteras está redactando el proyecto para las zonas de riesgo alto.
"Se trata de un proyecto ambicioso y con un alcance importante", ha explicado Martín. El tramo de la N340a entre Almería y Aguadulce se encuentra en un acantilado rocoso con alturas superiores a 100 metros y múltiples fracturas en la roca.
Esta circunstancia, unida a que la vía discurre por una zona sísmica y expuesta al ambiente marino, genera inestabilidades en la mayor parte del talud. En este sentido, desde el Mitma aseguran que "no es posible considerar el escenario de riesgo cero". "No obstante, se están poniendo todos los medios para minimizarlo e intentar reducirlo todo lo posible", ha matizado el subdelegado.