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El jardín de Bomarzo

Poderosas y libres

Por año que pasa el mes de marzo se tiñe más de morado, que es el color que distingue a la mujer en su Día Internacional

Publicado: 10/03/2023 ·
09:16
· Actualizado: 10/03/2023 · 09:16
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Bomarzo

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Todos están invitados a visitar el jardín de Bomarzo. Ningún lugar mejor para saber lo que se cuece en la política andaluza

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"La verdadera igualdad llegará cuando una mujer tonta pueda llegar tan lejos como hoy llega un hombre tonto". Estelle Ramey.

Por año que pasa el mes de marzo se tiñe más de morado, que es el color que distingue a la mujer en su Día Internacional y en el otro de noviembre contra la Violencia de Género. Su lucha es la lucha de todos porque todos venimos de ahí, pese a que no guste el aire a conflicto contra el hombre que queda en el ambiente a causa, sobre todo, de un modelo de mujer empeñado en generar la guerra entre géneros cuando a la mayoría de ellas eso les chirría. Modelos de mujer hay tantos como de hombres, de excelentes a buenos y de mediocres a despreciables porque la excelencia no está en el género sino en la persona y la convivencia igualitaria, en oportunidades, derechos y deberes, es el gran objetivo final. Posiblemente quede por recorrer menos a lo andado y aunque esto no sea un consuelo, qué duda cabe que marca una trayectoria positiva que debe culminar en una igualdad total que derive, ojalá, en la eliminación de estos días internacionales, que, insisto, no dejan de tener cierto ambiente bélico contra el hombre y muchos aprovechan esto parar programar su oportunismo político porque, también es cierto, no todas las mujeres reivindican desde la misma posición.

En la sociedad actual hay una serie de cuestiones sobre las que resulta muy peligroso opinar con libertad porque es meterse en terreno pantanoso donde lo fácil es salir tiroteado y es por esto que en el debate sobre igualdad de género el hombre apenas participa, o lo hace poco, al ser señalado y sentirse el responsable histórico de esta desigualdad. Pero el hombre de hoy nada tiene que ver con el de ayer, menos esta nueva generación con una apertura mental definitiva donde el debate apenas si tiene sentido porque en las universidades la igualdad es absoluta, los derechos y oportunidades también, distinto son las capacidades y méritos por géneros donde hombres y mujeres se debaten en terrenos distintos porque las prioridades no siempre son las mismas. Porque hombres y mujeres no son iguales, a Dios gracias. La maternidad es un elemento clave y como hombre envidio lo que debe sentirse al parir, no sé si mejor o peor, pero muy distinto a ser padre y esto, desde ahí, nos hace diferentes, distorsiona nuestro orden de prioridades y aunque nada tenga que ver con el derecho a ser iguales, traza sendas diferentes.

En el ámbito profesional la mujer empoderada resulta deslumbrante, ésta que odia las listas cremallera porque por mérito y capacidad no necesita su género para estar arriba. Mujeres preparadas, con alta formación, a la que añaden su condición de género y esto, sin duda, es un extra del que carece el hombre, más básico, en general, en todo, que están al frente de grandes empresas, públicas y privadas, o de instituciones públicas. ¿Gobierna igual un ayuntamiento un hombre a como lo hace una mujer? ¿Hay paridad en esto o esta lucha electoral es más cosa de hombres?

De las ocho capitales de provincia andaluzas, solo Almería está gobernada por una mujer, María del Mar Vázquez (PP), y es así por la renuncia del anterior alcalde, Ramón Fernández Pacheco, que abandonó el cargo para ser portavoz del gobierno andaluz ante el requerimiento del presidente Moreno Bonilla. Después de mayo solo dos mujeres pueden acceder a la alcaldía de grandes capitales, además de Almería: Pilar Miranda en Huelva, si el PP logra arrebatarle al PSOE de Gabriel Cruz el bastión de mando, y Marifrán Carazo, también del PP, si desplaza a Paco Cuenca (PSOE). Mientras, de las ocho diputaciones provinciales solo Huelva está capitaneada por una mujer, María Eugenia Limón (PSOE), también tras la renuncia del anterior presidente, Ignacio Caraballo, que renunció tanto a la secretaría provincial del PSOE onubense como a la presidencia de aquella Diputación ante una denuncia por supuesto abuso sexual que, más tarde, quedó archivada por la titular del juzgado de Violencia sobre la Mujer al "no resultar debidamente justificada la perpetración de la infracción criminal que haya dado motivo a la formación de la presente causa". La Ley, en este sentido, tiene grietas severas porque una denuncia de esta índole solo tiene consecuencias para el denunciado, como es el caso, mientras que si a la postre no prospera -por la razón que sea- no hay restitución posible ni consecuencia alguna para la denunciante. En todo caso, solo una mujer al frente de una de las alcaldías capitales, solo una mujer al frente de una de las ocho diputaciones, en ambos casos sustituyendo por renuncia a hombres, lo que demuestra que en la primera línea de gestión pública queda mucho trecho por recorrer.

Pocas alcaldías importantes andaluzas se debaten entre mujeres. Un caso extraordinario es Jerez, quinta ciudad andaluza al superar en población a Cádiz, Jaén y Huelva. Dos mujeres polarizan la campaña jerezana como son Mamen Sánchez (PSOE) y María José García Pelayo (PP) y, justo es decirlo, no hay debate de género en la ciudad y a nadie extraña el hecho, está absolutamente normalizado. Pelayo ya fue alcaldesa de Jerez, como lo fue también Pilar Sánchez (PSOE), una ciudad por tanto habituada a votar a mujeres y a ser dirigida por ellas, de hecho el gobierno de Mamen Sánchez está solidificado sobre su género. Pase lo que pase la ciudad seguirá en manos de una mujer. Otras, como Patricia Cavada en San Fernando (PSOE) o Margarita del Cid en Torremolinos (PP) han dejado su impronta al punto de mostrarse muy sólidas tanto en la acción de gobierno como en sus expectativas electorales.

Queda trecho por recorrer y es indudable que el papel de la mujer en la primera línea de la institución pública crece, lo hará exponencialmente en los próximos años y ello es debido a que, en general, aporta un plus extra y diversifica un ramo copado por hombres que no siempre han sabido gestionar lo público de manera eficiente. Generalizar es erróneo, de todo hay, porque la capacidad y el mérito no está en el género, sino en la persona; la única presidente al frente de la Junta de Andalucía ha sido Susana Díaz, hoy en el Senado después de ser virulentamente despedida del cargo y, desde allí, orquestando su regreso con maniobras medidas al aroma que emana la debilidad de Juan Espadas.

La diversidad, con todo, es la esencia de la vida, pero uno siente debilidad por un género al que admira, ama, necesita y desea al mismo nivel que respeta. "Necesitamos mujeres que sean tan fuertes que puedan ser amables, tan educadas que puedan ser humildes, tan feroces que puedan ser compasivas, tan apasionadas que puedan ser racionales y tan disciplinadas que puedan ser libres"Kavita N. Ramdas.

Pd. A Antonio Atienza, compañero y maestro. Hombre de bien que nos deja para hacer la crónica diaria del más allá. Nunca te olvidaremos. Descansa en paz, amigo.

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