Llegó y se fue, en un abrir y cerrar de ojos…sin apenas darnos cuenta, la Semana Santa se nos ha ido de entre las manos, dejando momentos para el recuerdo y señales que nos hacen ver que la vivimos…
Hoy, cuando ha pasado algo más de una semana del Domingo de Ramos, aún vemos colgaduras y palmas rezagadas adornando los balcones de nuestras calles y padecemos el tapiz de cera que los cortejos procesionales han ido tejiendo a su paso por nuestras calles y plazas…siendo ello, señal inequívoca de lo que ha sucedido…
Es precisamente esa cera la que hace que, ahora y durante el tiempo que quieran las Administraciones Locales, extrememos la precaución al andar por nuestras calles o al transitar por las vías con nuestras motocicletas, ya que el rastro de esa cera, puede ocasionar multitud de caídas, con sus correspondientes lesiones y perjuicios.
Pero…¿quiénes son los responsables de esos posibles daños?, ¿los ciudadanos o los Ayuntamientos?
Preguntas estas que, seguro que rondan por nuestras cabezas al ir andado casi de puntillas o al transitar a menos velocidad de a la que estamos acostumbrados, ya que todos estamos expuestos a sufrir las consecuencias del arder de la cera de los penitentes que conforman los cortejos procesionales.
Pues bien, tenemos que partir de la base de que la jurisprudencia no es unánime respecto a de quien es la responsabilidad de los posibles daños que puedan sufrirse como consecuencia de los restos de cera en el pavimento, teniéndose que analizar y estudiar cada caso al más mínimo detalle, para dar respuesta a las preguntas que aquí planteamos.
Amplio es el abanico de resoluciones que favorecen a unas partes y también las que favorecen a otras.
Para fijar la responsabilidad, es necesario determinar lo conocido como “Relación de Causalidad”, que no es otra cosa que la relación entre la conducta llevada a cabo y el daño producido, siendo esto un elemento esencial para exigir responsabilidades.
Muchas serán las demandas que se interpondrán frente a las Administraciones Locales en busca de resarcimientos de daños, pero pocas se verán estimadas en su totalidad, ya que son muchos los factores que tendrán en cuenta los jueces para depurar responsabilidades.
Los Ayuntamientos tienen la responsabilidad de cuidar y mantener en condiciones optimas el pavimiento, mucho más al ser conscientes de los efectos que puede tener la cera sobre él, pero al igual que deben ser conscientes los Ayuntamientos, también debemos de serlo los ciudadanos, quienes al no ser ajenos de la realidad que ha vivido la Ciudad en estos días, debemos de extremar precauciones y ser conscientes de los peligros que suponen los restos de ceras en el pavimento.
Siendo la concurrencia de culpas, lo mas utilizado y pronunciado por los Tribunales en estos procedimientos, viéndose probada la responsabilidad de las Administraciones Locales pero, mermada la indemnización pedida por los ciudadanos.
Así y en definitiva…¡cuidado, paso de Cofradía!
