Los tiempos cambian y la tradición también deja paso a fiestas que, importadas o de nueva creación, a veces llegan para quedarse.
En esa dicotomía ha vivido Huelva las vísperas del festivo de Todos los Santos, con una celebración de Halloween que cada día está más presente en la ciudad y, por otro lado, con el recuerdo de los difuntos con la tradicional celebración de Todos los Santos.
Ya desde el lunes, pero principalmente el martes, la ciudad se llenó de fiestas, sobre todo enfocadas a los más pequeños, para
festejar Halloween, muchos de los cuales acudieron a clase el martes con sus disfraces.
Ya por la noche, los jóvenes tomaban el relevo para celebrar la noche más ‘terrorífica’ del año, una noche que desde hace años se ha convertido en una de las de mayor actividad del año en las salas del 112.
Y tras la fiesta pagana, tocaba volver a la tradición, al encuentro con los seres queridos que ya marcharon, a
depositar flores en las tumbas y llenar de vida por un día los cementerios.
En el caso de la capital, desde el Ayuntamiento han tenido que trabajar a destajo para poner a punto el Cementerio de La Soledad tras las incidencias que provocó la borrasca Bernard. Desde el domingo abrió sus puertas y tanto la empresa municipal de autobuses (Emtusa) como la Policía Local diseñaron un dispositivo especial para facilitar las visitas al camposanto.
Se trata de una tradición que, sin embargo, está abocada al cambio, pues la tendencia se ha invertido en los últimos años y
las incineraciones superan con creces a los enterramientos.
En el caso de Huelva capital, según los datos difundidos por el Ayuntamiento capitalino, la actividad registrada durante los últimos doce meses en el Cementerio Municipal de La Soledad vuelve a confirmar un año más la
prevalencia de las incineraciones (68,16%) sobre los enterramientos (31,84%), una tendencia que no deja de acentuarse en la capital onubense.
En este marco, el balance anual realizado por el Consistorio con motivo del Día de los difuntos pone de manifiesto que las cremaciones realizadas en el camposanto onubense han ascendido a 835, lo que supone 18 más que el pasado año. La cifra representa el 68,16% de los fallecimientos gestionados por este servicio municipal (en 2022 fue el 66%), correspondiendo el 31,84% (el 34% en 2022) a los casos a enterramientos, contabilizando un total de 390, frente a los 424 registrados en 2022.
Asimismo, el cementerio de La Soledad dispone de un horno incinerador para las cremaciones de restos cadavéricos, que en lo que va de año ha sido utilizado en 308 ocasiones, frente a las 245 ocasiones de 2022. En este tiempo se han efectuado 1.040 renovaciones de nichos y sepulturas y duplicado nueve títulos y traspasos de concesiones a perpetuidad. En este mismo periodo, en el camposanto onubense se han registrado además 71 solicitudes de entrada de restos y cenizas.