Reciclaje, cultura y solidaridad, tres conceptos que se dan la mano en Ayre Solidario, una organización onubense que
a través de la venta de libros usados logra financiación para impulsar proyectos solidarios que, en estos momentos, se desarrollan en Marruecos y tienen la formación como hilo conductor.
En concreto, se trata de
un centro educativo para menores en Khemis Anjra y un proyecto de transformación social para jóvenes a través de la educación para el desarrollo en el ámbito de la formación digital en Mártil, en ambos casos en Tetuán.
Aunque Ayre Solidario también obtiene fondos a través de las convocatorias de
ayudas de distintas administraciones -como la Diputación de Huelva o varios ayuntamientos de la provincia- y de la
organización de viajes, es a través de la venta de libros usados como logra gran parte de su financiación, dando una segunda e incluso tercera vida a libros desechados por sus propietarios y, a su vez, fomentando la lectura y la solidaridad con la compra de estos ejemplares.
Y lo hace a través de varios canales. Por un lado, en su sede en Santa Marta y en la
tienda que tienen en Holea (en el interior de Carrefour, gracias a la cesión de un espacio), pero también de manera online: a través de su
catálogo digital, que puede consultarte en sus redes sociales, y en Wallapop en el caso de ejemplares de más valor.
Y puntualmente organizan el
Mercadillo del Libro Solidario, que suele celebrarse cuatro veces al año, aunque la organización está pensando ampliar las ediciones al menos hasta que puedan regresar al centro.
Y es que como explica a Viva Huelva su presidente, Javier Machuca, el mercadillo solía celebrarse en la plaza de Las Monjas, pero debido a las obras actuales se ha desplazado a las carpas de la avenida de Andalucía, donde las ventas han caído, como así han constatado en el último mercadillo, celebrado el pasado 4 de noviembre.
A pesar de la gran labor que desarrollan, Ayre Solidario tiene un número pequeños de socios, de ahí que un objetivo a corto plazo sea impulsar una campaña de captación de socios porque quieren
inscribirse en el Registro de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (Registro ONGD), adscrito a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Pero además de los socios, los voluntarios también cumplen una labor esencial en esta pequeña asociación que se creó en 2018 pero que tiene sus orígenes años antes.
Así, originalmente la
Asociación AYRE de Huelva se creó en 2016, una vez que las personas promotoras de ella regresaran del campo de refugiados de Idomeni (Norte Grecia) al finalizar sus solidarias intervenciones sanitarias con las personas que venían huyendo de la guerra en Siria.
Por su parte,
Tareas Solidarias, que nació en 1994 para denunciar la guerra civil en Bosnia i Herzegovina y apoyar a las personas refugiadas, pasó en 2004 al Norte de Marruecos para trabajar en educación para el desarrollo y apoyar el tejido asociativo en Larache y en Tánger, concluyendo esta etapa en 2016.
Desde el año 2018 se fusionan bajo el nombre de Ayre Solidario y como dejan claro: “Vamos seguir aunando fuerzas para luchar contra las injusticias que día a día sufren muchas personas”.
A punto de finalizar los dos proyectos que tienen en marcha en Tetuán, el siguiente objetivo es
continuarlos un año más ya bajo un solo proyecto. Para ello, necesitan de la solidaridad de los onubenses: nunca un libro dio para tanto.