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Huelva

La innovación cultural, un aliado para fijar población al mundo rural

La Fundación AlmaNatura se ha convertido en el foco cultural de la Sierra de Aracena desde un molino de aceite rehabilitado en Arroyomolinos de León

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Actividades de AlmaNatura.

Actividades de AlmaNatura.

Actividades de AlmaNatura.

Tener un empleo o promocionar el uso de la tecnología son claves para fijar población en el mundo rural pero, una vez logrado esto, existe un aliado fundamental para que esa fijación sea larga, fructífera y proporcione bienestar: la innovación cultural, algo en lo que trabaja la Fundación AlmaNatura.

Esta fundación nació en 2020 en el marco de un proyecto mucho más amplio que se llama AlmaNatura, una empresa social que trabaja en reactivación rural a nivel nacional y desarrolla toda su programación en el antiguo molino de aceite de Arroyomolinos de León, un pequeño pueblo de la sierra de Huelva de unos 900 habitantes.

Tras adquirir este inmueble, que cuenta con más de 150 años de historia, y tras casi dos años de rehabilitación, este espacio se ha convertido en foco cultural de toda la comarca y del sur de Extremadura.

“Nuestro principal objetivo es poner en valor todo este territorio para ayudar a mejorar el bienestar físico, emocional, social y económico de las personas de la zona”, ha explicado a Efe Juanjo Manzano, presidente de fundación.

 “Vidilla”

Inicialmente, comenzaron con un programa que mejorara la empleabilidad, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, que se llamaba ‘Genera Empleo’ y desde el año pasado se han centrado en la cultura, porque han ido aprendiendo, en el día a día, que la gente, cuando se marcha del mundo rural, es porque no tiene empleo, pero cuando se queda porque lo consigue necesita también “vidilla”.

“La gente del mundo rural necesita ocio, salir con su familia, con sus amigos... Nos dimos cuenta de que el empleo es muy importante, pero la cultura también”, ha indicado, precisando que ese derecho fundamental que es la cultura en pequeñas poblaciones suele limitarse a una semana en verano y el resto del año está marcado por la apatía y por la ausencia de actividades culturales con cierto valor.

La Fundación AlmaNatura se propuso cambiar esa dinámica ofreciendo una programación cultural permanente: “Nosotros la llamamos cultura de impacto, porque es una cultura que tiene un impacto positivo sobre la población, pues bien entretienen o conectan con oficios e historia, generando durante meses actividad y relaciones interpersonales”.

De esta forma, gracias al programa denominado ‘Regenera Cultura’ desarrollaron en el 2023, su primera edición, 25 actividades a las que asistieron cerca de 1.000 personas de unos 16 municipios, generando “ese lugar de encuentro, esa comunidad de gente a la que le preocupa algo más”, ha remarcado Manzano.

Programa colaborativo

Con estos datos, este viernes comenzaba una segunda edición con la primera programación cuatrimestral preparada haciéndola coincidir “con la sintonía del momento del año” y de forma “colaborativa”, es decir, se cuenta con la propia población tanto local como comarcal para que “sea algo que verdaderamente sea un sentir necesario de la población”, ha abundado.

De esta forma, en los primeros cuatro meses de este 2024 va a haber teatro: ‘Improvisación teatral’, que se hace coincidir con una visita que hay al molino de gente de fuera, por lo que “se va a propiciar la relación de población local con un público que viene de fuera y eso es muy interesante”; y la representación de la obra de ‘Divorciadas evangélicas y vegetarianas’ de un grupo de Segura de León (Badajoz).

También hay actividades para público joven como encuentros comarcales; además de talleres de diferentes temáticas: robótica, tango o impresión botánica; cursos, como el de apicultura; o la actividad que se ha llamado ‘El remate’, que usará la música para poner en valor la recogida de la aceituna, entre otras.

La Fundación AlmaNatura cuenta, además, con un grupo de voluntarios que ayuda a dotar de contenido las exposiciones que se plantean para el molino gracias a la labor de recopilación que realizan en viviendas y edificios de la zona.

Se trata, en definitiva, de propiciar al mundo rural cultura a través de propuestas innovadoras que permitan a sus habitantes abrir horizontes, ampliar sus miras contribuyendo con ello a fijar la población al territorio. 

 

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